Sin lugar a dudas este país ha logrado considerables avances en el combate a
la corrupción, pero también tenemos que reconocer que no ha sido suficiente porque cada día se especializan más los profesionales de la la carencia de controles del dinero público, y sobre todo aquellos encargados de la disposición de fondos para la adquisición de los implementos que se necesitan para que las instituciones funcionen de forma adecuada. Eso me lleva a colegir que el mal de la corrupción seguirá vigente durante mucho años más.
Lo voy a decir con todas sus letras. Para organizar mitines en las plazas públicas más importantes del país se requiere mucho dinero. Pagar transporte, alimentos y líquidos, además de todo lo que implica la logística para que no existan fallas, no se pagan con las utilidades de dos o tres libros, y menos cuando esos libros nunca han sido puestos a la venta al público. Con esto quiero decir que las mentiras de quién ahora detenta la Presidencia de la República se caen por su propio peso, y sigue debiendo infinidad de explicaciones.
La pantomima de pretender encarcelar a dos Generales por supuesto huachicoleo durante sus responsabilidades de mantener la seguridad de instalaciones a lo largo y ancho del país no deja de ser una forma de desviar la atención de lo principal. Lo accesorio son todas esas versiones sin ton ni son que cada semana surgen para mantener la atención de los mexicanos fuera de lo que verdaderamente es importante. Lo diré descarnadamente, el Presidente López Obrador está cuidando la caja chica.
Hasta ahora quienes durante el último sexenio se responsabilizaron del cuidado de las instalaciones estratégicas de la petrolera Mexicana siguen gozando del respeto que les ha conferido su investidura militar, y saben que seguirán protegidos porque han sido detentadores de uno de los secretos mejor guardados de todos los tiempos: el combustible que no se contabiliza y que forma y conforma los fondos de lo que se conoce como “La Caja Presidencial”. Andrés Manuel López Obrador sabe que requiere dinero sin registro para sus fines de seguir siendo la esperanza de muchos mexicanos. Ya lo entendió.
En la sonda de Campeche, a decir de especialistas con los que he platicado, se pierde la contabilidad del combustible que se extrae. La razón es que ahí cargan los barcos cargueros que viajan hasta el Mercado Negro de Rotterdam para vender el producto sin registro, y con el que se conforma la caja presidencial, es decir, los fondos de que dispone el Presidente de la República para “generosamente” enfrentar todo tipo de eventualidades y enlistar apoyos a los 3 ordenes de gobierno, 140 mil millones de dólares por año.
A Emilio Lozoya lo buscan por su voracidad y por haber incurrido en excesos durante su gestión. Por lo que corresponde al expresidente de la República, Enrique Peña Nieto, el mismo Andrés Manuel López Obrador ha dicho públicamente que en su contra no existe nada. Los dos Generales que precautoriamente han sido resguardados, cumplieron una importante función que le otorga viabilidad al ejercicio del poder en México, y tendrán que aguantar incomodidades un tiempo, pero serán exonerados. Andrés Manuel Lopez Obrador ha sabido jugar bien sus principales cartas, pero no se arriesgara a perder la oportunidad de ser generoso. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.