Pareciera que las cosas que se le ocurren al Presidente de la Republica siguen engrosando el laberinto que conduce a la destrucción del país. Y no es que pretenda ser alarmista, pero la crisis del coronavirus ha sido el parteaguas que marcará el antes y el después de su gestión al frente del Gobierno Federal por la irresponsable conducción de la pandemia. Otro elemento es su carencia de habilidad para concebir los momentos en que el Estado tiene que implementar medidas de contención ante el empobrecimiento generalizado no tan solo por la pésima conducción, sino por ocultar las cifras del impacto pandémico y minimizar la crisis económica. Nunca alcanzará el dinero destinado a los programas sociales si no existe un proyecto claro y apoyado por el gobierno de reactivación del empleo.
La semana pasada la Unión Europea excluyó a México en la lista de los países seguros. Para decirlo de otra manera, los ciudadanos mexicanos no podrán ingresar a ningún país de la Unión Europea, afectando no tan solo a quienes tienen la oportunidad de viajar por descanso o negocios. Ahora los estudiantes, los empresarios, los turistas, y cualquiera que pretenda hacerlo por necesidades comerciales, están condenados a mantenerse en México a causa de la irresponsabilidad del señor Andrés Manuel López Obrador, quien además ha ocultado cifras de infectados y fallecidos para evitar que cunda el pánico, también para contener la circunstancia de que su popularidad y su aceptación siga deteriorándose.
El criterio utilizado por las naciones que integran la lista de países seguros fue seleccionado por tres elementos que fueron dados a conocer por la propia Unión Europea: la cantidad de casos confirmados por coronavirus reportados, las respuestas de cada gobierno ante la pandemia, y la existencia de reciprocidad entre estos países y aquellos que pertenecen a la Unión. No se puede ocultar el sol con un dedo como pretende hacerlo Andrés Manuel López Obrador, y hasta ahora las cifras han sido manipuladas desde el inicio del problema.
La Organización Mundial de la Salud ha controvertido severamente las cifras que día con día presenta el gobierno mexicano, pues los errores y las contradicciones han sido la constante en la comunicación que desde el inicio ha encabezado el Subsecretario de Salud Hugo López Gatell, y eso quiere decir que ante los tomadores de decisiones de la Unión Europea, el Gobierno Federal se negó a la aplicación de pruebas, y por consecuencia los mecanismos para controlar los contagios son nimios, al grado que el número ha subido considerablemente y las cifras reales de muertes están siendo maquilladas.
Ya no podemos viajar a Estados Unidos, donde tradicionalmente se refugian quienes cuentan con un alto poder adquisitivo, pero tampoco a Europa. Y aunque no quiera aceptarlo el “Necio de Palacio Nacional”, sus errores por minimizar la tragedia que estamos viviendo y el ocultamiento real de los datos duros han repercutido en su popularidad y aceptación. Por lo pronto, su rechazo está en niveles del cincuenta y ocho por ciento, lo que le puede costar peder la mayoría en el Congreso en la elección del año entrante.
Y no es que trate de denostar al “"Populista de Palacio Nacional”, el problema es que la crisis económica ha provocado un enorme deterioro en la economía de las familias de escasos recursos, esos que pretende se conviertan en integrantes de los programas sociales para incrementar su base social ante la elección intermedia donde se pudiera presentar la debacle de la mal llamada Cuarta Transformación. La luna de miel con quienes lo eligieron ha terminado, ahora lo increpan con encono y sin temor por el desastre de gobierno que encabeza, y hasta sus mismos colaboradores están siendo víctimas de la inquina popular. Pobre México. Al tiempo.
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