El engaño presidencial

Por mucho que el Presidente de la Republica señale todos los días que la mal llamada Cuarta Transformación está funcionando, la realidad indica que hasta ahora la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador es un completo fracaso.

  La economía no está funcionando, y el futuro inmediato del país enfrenta un riesgo que podría provocar una gran convulsión social a causa de los desatinos del quien ocupa las habitaciones de Palacio Nacional. Será Presidente de la República, pero eso no quiere decir que en los quince años que tardo en terminar su carrera adquirió los conocimientos necesarios para encabezar una buena marcha para el país.

Hasta ahora la economía es un desastre, las acciones de gobierno también lo son. No existe orden ni estrategia, y todo se mueve a través de las ocurrencias de Andrés Manuel López Obrador. El engaño ha estado ahí siempre, pero hay una enorme masa de mexicanos que le siguen creyendo por la serie de decepciones que vivieron con los gobiernos anteriores. No existe otra explicación, y pese a que ha transcurrido más de la cuarta parte de su Mandato Constitucional, hasta ahora no existe una estrategia definida y todo se realiza en base a las ocurrencias mañaneras. 

Si alguien conoce un proyecto de gobierno o un plan de desarrollo debiera hacerlo público, porque la desconfianza sigue creciendo desmesuradamente.

El principal problema es la caída económica que estamos padeciendo y provocará daños brutales en el futuro inmediato de este país. Los analistas mexicanos y especialistas del tema están azorados, pero es en el extranjero de dónde llegan las peores noticias. Y una de ellas la inserta esta semana el periódico norteamericano “The Economist”. Puntualiza que para volver a lo que fue la economía mexicana en el año 2019, México tendrá que esperar hasta el 2025, es decir, una vez que termine el sexenio de López Obrador. 

Así de simple son las proyecciones, pero eso poco le importa al tabasqueño porque la parte central de su proyecto es empobrecer a la mayor parte de quienes habitamos este país, para que dependamos de las dádivas oficiales y nos convirtamos en simples ciudadanos sin capacidad de opinión, y mucho menos con capacidad de levantar la voz para protestar, porque el castigo será similar al que utilizan los gobiernos populistas, y no es otra cosa más que el racionamiento alimenticio para que entiendan que no conviene ser antagónicos del sistema. 

Por desgracia esa es nuestra realidad, y lo seguirá siendo de no hacer algo para evitar que en la elección intermedia el Movimiento de Regeneración Nacional siga con la mayoría parlamentaria,

Las cifras no mienten, y en lo que va del año se han perdido cerca de un millón de empleos formales. Pero el grave problema es que la pobreza extrema podría extenderse a más de diez millones de mexicanos, porque si bien eran pobres, ahora están en situación de miseria. Y ese es otro de los principales propósitos de Andrés Manuel López Obrador, para convertirlos en parte de ese ejército de menesterosos que están dispuesto a realizar lo que se les pida con tal de tener al menos un mendrugo de pan para llevarles a sus hijos. 

Pareciera tétrico, pero es la nueva realidad de muchos hombres y mujeres que han perdido su empleo por causa de los desatinos de quién mal dirige al país. 

Pero no terminan ahí nuestros desasosiegos, porque la población en situación de pobreza podría aumentar y alcanzar los diez millones de personas. Y hay que decirlo con toda responsabilidad, ninguna de las crisis que padecimos en el pasado llego a tanto, y lo peor es que estas nuevas crisis están siendo provocadas porque forman y conforman una parte importante del proyecto de gobierno de la Cuarta Transformación. De eso se trata, de mantener la pobreza para que los mexicanos no puedan contar con elementos para una posible sublevación popular que deponga al mal gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador. 

Así de simple. Al tiempo. 
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Lic. en Derecho, Maestrante en Pedagogía. Periodista, Columnista y escritor, Titular del Noticiario al Instante en radio y televisión. Director Editorial y contenidos de Grupo Capital hasta 2020. Expresidente y miembro del Consejo Nacional de Honor de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión.