Si de algo se puede acusar a Andrés Manuel López Obrador es que es un mago de los recursos económicos. Hasta ahora muy poco se ha investigado acerca de la presunta donación de la madre de Joaquín Guzmán Loera quizá porque resultaría demasiado evidente que el mayor narcotraficante del mundo haya contribuido a aportar dinero a la causa que durante muchos años mantuvo recorriendo el país para sembrar esa esperanza que hasta ahora se ha convertido en una tragedia.
Y lo digo con toda responsabilidad, ya que después de que el Ejército Mexicano detuvo a Ovidio Guzmán ordenó su liberación de forma inmediata con el pretexto de no causar una oleada de violencia entre los habitantes de la Capital Sinaloense. Hasta ahora no existen mayores causas más que el dicho del propio Mandatario en el sentido de que fue para evitar posibles muertes entre la población civil. Si bien es cierta esa posibilidad, la realidad también indica que el operativo fue exitoso y se mantenía el control en toda la ciudad de Culiacán.
Después observaríamos estupefactos su “"condescendencia” con la madre del mayor narcotraficante de la historia de este país, quien le pidió gestionará ante las autoridades estadounidenses la posibilidad de que pudiera visitarlo. Un evento de este tipo desde luego despierta sospechas, pero simplemente lo minimizó y dejó a la imaginación de los mexicanos el porqué acudió a saludarla. Finalmente el hecho seguirá siendo comentado, pero hasta ahora no existe una prueba que pudiera incriminarlo, ni siquiera por los presuntos novecientos millones que se afirma la señora aportó al Movimiento de Regeneración Nacional.
Otro de los hechos que desde luego dieron mucho de qué hablar fue el haber mandado uno de los aviones a disposición del Presidente de la Republica para traer a nuestro país a Evo Morales, el depuesto Presidente de Bolivia a quien también se acusa de haber sido uno de los que ministraban al Cartel de Sinaloa el material para la generación de miles de kilogramos de cocaína que fueron introducidos a Estados Unidos. Finalmente hubo una desavenencia y el boliviano optó por irse a un lugar donde estuviera mejor resguardado. Actualmente radica en Argentina, desde donde intenta recuperar el poder con la calidad de refugiado.
Muchas son las evidencias del dinero ilegal que tuvo a su disposición durante muchos años el actual Mandatario mexicano y las redes de interés que tejió en ese lapso en que pululó por todos los rincones del país prometiendo lo que hasta ahora nunca ha podido cumplir, y desde luego que no lo cumplirá porque como dice el refrán “"prometer no empobrece, lo difícil es cumplir”, y hasta ahora sus promesas se han quedado en eso, en la simple palabra vertida con el odio a los demás en las plazas públicas de la mayor parte del país.
Lo peor de todo es que ahora se gasta sin rendir cuentas del dinero que todos los mexicanos aportamos a través de los impuestos para el sostenimiento del aparato gubernamental. Las acusaciones surgen por todos lados acerca del dinero ilegal que utilizaba para mantener su movimiento, pero por desgracia tiene bajo su mando a la Unidad de Inteligencia Financiera, ese ente policial que está a cargo de Santiago Nieto y que hasta ahora está siendo utilizado para investigar a su adversarios. Como siempre he afirmado, solamente la sociedad civil organizada puede salvar al país, porque los partidos políticos ya no existen. Al tiempo.
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