El predicador de la ética

De acuerdo a la definición de La Real Academia de la Lengua, el predicador es un orador que predica o declara la palabra de Dios. Esto viene a colación por un mamotreto de conductas a seguir que ha comenzado a circular entre los mexicanos, y que fue mandado a hacer por el propio Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, como “"Guía Ética para la Transformación de Mexico”, y comienza así: 
“"el comportamiento apegado a normas éticas es indispensable para vivir en armonía con nuestra conciencia y para el bienestar y buen funcionamiento de las parejas, las familias y las amistades, para las vecindades y multifamiliares, los barrios, las ciudades, los ejidos, las comunidades, las organizaciones civiles, las empresas, las instituciones, los paises y hasta la comunidad internacional”.
 
Más adelante señala: “"la difusión y reforzamiento de valores éticos permite superar rupturas y fracturas, fortalece el respeto de las personas a sí mismas y a los demás, construye confianza, facilita los acuerdos y la colaboración e impulsa de ese modo el desarrollo de sociedades fuertes y justas. Mientras mas se extienda en la sociedad el sentido ético, mayores serán el bienestar y la armonía social, habrá una mejor convivencia y será menor la necesidad de perseguir delitos. El régimen neoliberal y oligárquico que imperó en el país entre los años ochenta del siglo pasado y las primeras décadas del Siglo XXI machaco por todos los medios la idea de que la cultura tradicional del pueblo mexicano era sinónimo de atraso y que la modernidad residía en valores como la competitividad, la rentabilidad, la productividad y el éxito personal en contraposición a la fraternidad y a los intereses colectivos. 
 
Predicó que la población debía acomodarse a los vaivenes de la economía en vez de promover una economía que diera satisfacción a las necesidades de la gente, los más altos funcionarios dieron ejemplo de comportamientos corruptos y delictivos y de desprecio por el pueblo y de la vida humana. Buena parte de la actividad empresarial se contaminó de un pragmatismo extremo en el que toda consideración humana y todo interés nacional se desechaba en aras de la ganancia desmedida. Los comportamientos corruptos proliferaron también ente organizaciones sindicales, agrarias y de la sociedad civil y se extendieron incluso al seno de núcleos familiares. Se distorsionó y erosionó la ética que ha caracterizado al pueblo mexicano a lo largo de su historia y ello tuvo como consecuencia un declive moral generalizado en el país.
 
Ese es el contenido de las tres páginas iniciales, y en el documento se afirma que fueron realizadas muchas consultas para edificarlo. Yo no sé a quién le hayan preguntado o a quienes consultaron, o cual fue el equipo que se encargó de su diseño, pero lo cierto es que si esto es lo que concibe el Presidente de la Republica con ese lema que utilizó desde el principio de su peregrinar por todo el país “Por La Renovación Moral de la Sociedad”, bien hubiera hecho en seguirlo al pie de la letra, porque si mal no recuerdo es el hombre que más gasto en tres campañas políticas para alcanzar el poder sin explicar de dónde salieron los fondos, y también debiera explicar el robo que se hizo en la construcción de la Línea 12 del metro, que ascendió a más de treinta y cuatro mil millones de pesos con los que pudo hacer su campaña permanente para alcanzar su más preciado anhelo: la Presidencia de la Republica.
 
Hacer reuniones todos los días en diversos poblados que integran este país cuesta mucho, porque se paga transporte y alimentos para quienes asisten, además de rentar templetes, sonido, logística de asistencia, y en ocasiones hasta ayuda para  que la gente se traslade. Si de algo podemos tener la seguridad es que este documento no es más que un instrumento de adoctrinamiento que busca promover a la pobreza como uno de los elementos principales de una sociedad que tiene y mantiene aspiraciones legítimas para alcanzar estadíos de bienestar que les permitan mantener en el desahogo las necesidades propias de las familias.
 
Bien dicen por ahí que hay que predicar con el ejemplo, y hasta ahora el ejemplo que ha dado quien ocupa la Presidencia de la Republica es de un cinismo brutal para contar con los recursos necesarios para mantener su activismo político por todo el país. Claro está que ahora dispone de amplios recursos que provienen del dinero que los mexicanos aportamos para el sostenimiento del aparato burocrático via impuestos, pero existen muchos indicios de que incluso recibió aportaciones cuyo origen es producto de las grandes organizaciones delictivas. Bien dicen que hay que predicar con el ejemplo, y ojalá tuviera la valentía de decirle a los mexicanos como es que pululó por todo el país sin trabajar más que cuando fue Jefe de Gobierno. Antes que comenzar a predicar debiera preocuparse por hacer un buen gobierno, porque hasta ahora el desastre está a la vuelta de la esquina. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
 
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.