De acuerdo a la definición que se hace en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el holocausto es un acto de exterminio de un grupo social por motivos de raza, religión o política.
Y aunque pareciera una etapa superada después de la Segunda Guerra Mundial donde se realizó el exterminio de infinidad de hombres y mujeres de origen Judío, quienes tuvieron la desgracia de caer en manos de aquellos que postulaban la superioridad de la raza aria, y que seguían fielmente los dictados de Adolfo Hitler, un brillante orador que convenció a los Alemanes de estar destinados a dominar al mundo, hoy se vuelve a presentar una circunstancia similar.
Hoy estamos en una etapa que difícilmente olvidaremos quienes nos hemos formado en este país a causa de la pandemia mundial que ha ocasionado más de ciento cuatro mil muertes tan solo en México, y que significa un brutal y lamentable hecho producto de la maldad con la que opera Andrés Manuel López Obrador, y que hasta ahora ha puesto oídos sordos a los llamados de la comunidad científica simplemente porque para su gobierno son más rentables enterrar o incinerar a quienes adquieren la enfermedad, antes que intentar de curarlos porque los tratamientos son muy caros.
Desde el primer día que asumió el poder el tabasqueño comenzó a buscar venganza de aquellos grupos de empresarios que se negaron a proveerle fondos para sus campañas políticas, pero también otros a los que siempre tildó de enemigos, como es el caso de Pisa, una farmacéutica que ha sido proveedora de medicamentos no tan solo al Gobierno Federal, sino a la mayor parte de los países del Continente y a los gobiernos de los estados. El problema es que Pisa ha realizado las mejores investigaciones realizadas en este país acerca de la corrupción gubernamental, y eso desde luego que no le gusto a quien por ahora ocupa la Presidencia de la Republica.
Y no le gustó simplemente porque evidenciar la corrupción de sus funcionarios es ahora uno de los mayores peligros para los empresarios. Lo primero que mandó a hacer es una investigación para enterarse quienes eran los empresarios que realizaban aportaciones a “Mexicanos contra la Corrupción”, organización que desde luego fue epitetada por el “merolico mañanero” como “mexicanos a favor de la corrupcion”, porque iniciaron diversas investigaciones que afectaban la operatividad de su gobierno, sobre todo en materia de transparencia y compra de medicamentos.
Pisa y sus filiales fue una de las principales empresas de medicamentos para el cáncer, y vendía cerca del ochenta por ciento de medicamentos genéricos de las quimioterapias más utilizadas por los sistemas de salud, además de vacunas contra la influenza, polio, sarampión, hepatitis y otras. Pero también hay que señalar que pese a la andanada gubernamental hasta ahora no se han encontrado fallas que ameriten una sanción mayor o simplemente una inhabilitación. De cualquier forma la orden fue terminante, y solicitaba que Pisa dejara de producir sus medicamentos.
Los muertos poco o nada le importan a López Obrador, porque lo principal es mantener vivas sus finalidades de convertirse en Dictador siguiendo el camino que ha recorrido su amigo “"Nicolás Maduro”, quien ha venido haciendo una limpia similar a la que le está organizado Andrés Manuel López Obrador en este país. De cualquier manera la valentía de los integrantes de Mexicanos Contra la Corrupción sigue latente, porque han denunciado públicamente a Alejandro Esquer Verdugo, Secretario Particular, y a Jesús Ramírez Cuevas, Vocero Oficial, por haber contratado empresas fantasmas para la campaña presidencial del 2018, identificadas por el Servicio de Administración Tributaria como fantasmas, y ese es el nicho favorito de López Obrador para desviar dinero público de forma impune. A quien se le comprueba este tipo de delitos se le dice delincuente, a quien roba se le llama ladrón. ¿Como le llamaría usted a quien condena a la muerte a niños con Cáncer y enfermos terminales? Para mí, es un asesino serial o un genocida. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.