¿Segunda etapa de la cuarta transformación?

Sin lugar a dudas Andres Manuel López Obrador es un hombre singular. Pero por desgracia sus ocurrencias hasta ahora se han convertido en doctrina para sus principales colaboradores aunque no entiendan en que consiste la tan cacareada ““Cuarta Transformación”. Para decirlo más claro,
si lo que pretende es que su gobierno alcance una identidad similar a la Independencia encabezada por Miguel Hidalgo y Costilla, las Leyes de Reforma lideradas por Benito Juárez Garcia, y la Revolución Mexicana iniciada por Francisco Indalecio Madero, le hacen falta muchas tallas para alcanzar siquiera a ser considerado un buen Presidente de la República.
 
Por lo pronto en otro de sus constantes arranques demagógicos, indicó que los primeros dos años de su gobierno fueron para sentar las bases de su proyecto de transformación, y ahora se dedicará a consolidarlo. Lo que nunca ha dicho con certeza es que es lo que quiere hacer, hacia dónde pretende llevar a los mexicanos que azorrados observamos una serie interminable de ocurrencias que no pueden formar parte de una doctrina y mucho menos de un proyecto certero que indique hacia dónde quiere conducir al país, y mucho menos cuáles serían los beneficios obtenidos como para que ese proyecto trascienda en el tiempo y se convierta en un referente histórico.
 
Hasta ahora lo que ha distinguido a su administración es una serie de ocurrencias que en la mayor parte de las veces no dejan de ser una balandronada de momento y citas discursivas para salir del paso, pero nunca ha mostrado documento alguno que indique siquiera que es lo que busca como gobernante, hacia dónde piensa llevar al país, como transformará y modernizará a las Instituciones, y como mejorará las condiciones de vida de los mexicanos, que sería la parte más importante en cualquier esquema de gobierno.
 
Por lo pronto anuncio que durante su tercer año se dedicará a terminar todas las obras iniciadas por su administración, al igual que las inconclusas que fueron heredadas por administraciones anteriores, y ya no comprometer más. También fue reiterativo en que en los primeros dos años de su gobierno se sentaron las bases de su proyecto de transformación, y lo que sigue para el resto del sexenio es la consolidación de los procesos iniciados. Caray, como es ocurrente el señor Lopez, porque hasta ahora ni siquiera un Plan tiene que le otorgue certeza a sus afamados cuentos que vierte sin ton ni son y que busca que los mexicanos nos embarquemos en una aventura populista de la que saldríamos bastante raspados y con una crisis económica brutal por su desatino en el manejo de los dineros públicos.
 
Vaya, ni siquiera los grandes empresarios se han animado a invertir en sus cuentos chinos de todos los días, y han preferido mantenerse a la espera para no cometer un costoso error como los que provocan sus ansias de marcar la diferencia con ““los de antes”, que al menos le otorgaban realidades en el rumbo de país a los mexicanos de todas las latitudes. Sus grandes obras que distinguirían su administración siguen siendo la Refinería de Dos Bocas en los momentos en que los adelantos tecnológicos nos permiten obtener energía solar, el Tren Maya que es inviable y causará un grave deterioro en el medio ambiente, y un inútil aeropuerto en Santa Lucía buscando granjearse la adhesión de las Fuerzas Armadas.
 
Sin lugar a dudas esa segunda etapa de la mal llamada Cuarta Transformación no es más que otra serie de peripecias que seguirán costándole mucho dinero a los mexicanos, y se distinguirá históricamente por los constantes fracasos de las ideas de un hombre que en su necio propósito de marcar la diferencia está llevando al país al precipicio económico, porque ha dispuesto de los caudales públicos de forma discrecional sin un proyecto viable que responda a un plan construido por expertos para beneficiar a los mexicanos y alcanzar el éxito. El fracaso de la ““Cuarta Transformación” está a la vuelta de la esquina y se convertirá en otro sexenio perdido. Pobre país, pobres mexicanos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
 
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.