Nunca podrán tapar el son con un dedo. Así de simple la sentencia que la historia realizará cuando de juzgar la actuación de Andres Manuel López Obrador en el manejo de la pandemia del coronavirus que hasta ahora supera el número de doscientos mil mexicanos que han muerto por
la displicencia con la que se ha abordado uno de los flagelos más graves de nuestro devenir como nación. Nunca pensé que podríamos ver algo así, nunca imaginé que un gobierno se convirtiera en un mecanismo homicida dejando en la indefensión y en el abandono a los mexicanos.
La historia registrará los hechos y en su narrativa aparecerán las culpas por desidia, ignorancia, y mendicidad que han provocado aquellos que a través del engaño manipularon a grandes grupos sociales afirmando que no pasaría nada, que la pandemia no era tan grave y que el mejor antídoto era la honestidad. Muchos incautos le creyeron, y perdieron la vida por ello dejando en la indefensión a esos familiares que dependían de su trabajo ysus aportaciones al sostenimiento familiar.
Andres Manuel López Obrador no tan solo fracasó en su presunta operatividad para detener el flagelo que nos ha costado miles de vidas por el engaño surgido desde el púlpito mañanero pretendiendo minimizar una pandemia que ha sido una de las más letales en la historia de la humanidad. Mentir ha sido el sello de este gobierno, y minimizar los costos la mendicidad más grande que se recuerde en toda la historia de este país tan nuestro y tan manipulado para destruirlo y apoderarse de la voluntad de todos los mexicanos con la finalidad de establecer un dictadura populista.
Hay que decirlo con todas sus letras, la causa de la muerte de la mayor parte de las víctimas del coronavirus corresponde a la mala gestión de Andres Manuel López Obrador. Así de simple y llana la verdad, y pudiera ser juzgado por organismos internacionales como uno de los grandes genocidas pasivos de la historia no tan solo de Mexico, sino del mundo mismo. El engaño que ha montado no lo exime de su responsabilidad y los pueblos del mundo han mostrado preocupación por lo que ha venido sucediendo en Mexico.
El fracaso en la gestión de la pandemia está a la vista, pero lo peor es que por esa mendicidad gubernamental se dejaron morir a más de ciento noventa mil mexicanos de acuerdo a las conclusiones de un estudio realizado por el Instituto de Ciencias de la Salud Global, de la Universidad de California, en San Francisco, por encargo de la Organización Mundial de la salud. ““La respuesta de Mexico al Covid-19 Estudió del caso”, señala que Mexico tiene una de las tasas más altas de casos de muerte a pesar de ocupar los últimos lugares en la aplicación de pruebas”.
Ese mal manejo de la pandemia derivó en que nuestro país ocupe el cuarto lugar mundial en exceso de mortalidad, y esto nos tiene que ofender a los mexicanos porque todos tenemos un familiar, amigo o conocido que ha engrosado las listas de las defunciones a causa de esa estúpida y malévola mendicidad con la que se ha conducido el Presidente de la República y que deberá ser juzgado severamente por la historia patria así como ocurrió con Victoriano Huerta, como uno de los más grandes asesinos masivos de la humanidad. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.