Sin lugar a dudas Andres Manuel López Obrador sigue siendo un hombre ocurrente y de muchas argucias para desviar la atención de los problemas principales que se presentan en el país y que no han podido ser resueltos porque o no sabe que hacer con ellos, o simplemente porque no se le pega su
regalada gana, con la que en la mayor parte de las ocasiones busca la salida. Pero hay algo que los mexicanos no hemos entendido, y tenemos que habituarnos a discernir entre lo obvio y lo importante, porque los pretextos le sobran y le faltan los resultados de su gestión al frente del país.
Ahora salió con la estupidez, y lo digo con toda seriedad, de intentar quitar el foco de atención de la mala gestión de la pandemia, la carencia de medicamentos en los hospitales públicos y sobre todo para los niños con Cáncer, de las enormes cantidades de dinero que ha dispuesto de forma unipersonal pasándose por el arco del triunfo leyes y reglamentos, proponiendo a los mexicanos que organicemos una consulta popular para determinar si se enjuicia o no a los expresidentes de la República que le antecedieron, es decir, los de la etapa neoliberal como prefiere etiquetarlos. Ahora anunció que el domingo primero de agosto se llevará a cabo la consulta para decidir si se va a realizar el juicio contra los expresidentes, desde 1988.
Esta ocurrencia más muestra y demuestra la perfidia de quien por ahora conduce los destinos del país, insisto, quitando la atención de los graves problemas que enfrenta como es el caso de las veintiséis muertes que se causaron en la otrora ““Línea Dorada” que tanto presumió en su momento Marcelo Ebrard, por los defectos en la construcción porque nunca se realizaron peritajes y se puso en operación sin haber probado antes la eficiencia y valorado la seguridad de los usuarios. También está intentando desviar la atención de diversas cuentas que se han detectado en bancos del extranjero por cantidades multimillonarias que han sido sustraídas de las arcas del país, es decir, del dinero de los mexicanos, que debieran valorar la forma tan cínica y descarada en que los roban sin hacer y sin decir nada.
Si de lo que se trata es de quitar el foco de atención de Claudia Sheimbaun y Marcelo Ebrard, se convertirá en cómplice por las muertes causadas en el lamentable accidente de la Línea 12. ¿Cuáles serían los delitos a imputar a los expresidentes? Que yo sepa no existen hasta ahora evidencias firmes que puedan sustentar esos delitos que solamente existen en la imaginación del señor Lopez Obrador, pero por otro lado, habrá que examinarlos detenidamente una vez que se conozcan porque seguramente saldrán del maquiavélico cerebro de quien por ahora detenta el poder.
El que tenga culpas que las pague, pero también hay que medir con el mismo rasero al señor Lopez Obrador una vez que termine su encargo, porque esa cercanía con los grupos delincuenciales que incluso lo visitan en Palacio Nacional seguramente lo pondrán en serios aprietos. Explicar tanto dinero en sus campañas es algo que nunca ha querido hacer, y para despejar dudas, ¿porque no lo hace ahora y antes de pretender juzgar a los demás? ¿Y los treinta y cuatro mil millones de pesos que se robaron Mario Delgado y Marcelo Ebrard en la construcción de la misma Línea 12 del Metro y que fueron a parar a sus campañas? ¿De eso no se acuerda? Si a eso vamos, quitémonos la máscara todos a ver quien es peor, ¿no?. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.