Andres Manuel López Obrador inició una nueva etapa en su gobierno, y la denominó ““Quien es quien en las mentiras de la semana”, lo que provocó la reacción de Diego Fernández de Cevallos quien señaló que ““esto ya es para psiquiatras” refiriéndose a la nueva ocurrencia del Presidente de la
República. Y mucha razón tiene el señor Fernandez, porque hasta ahora los especialistas de la psique se han referido de forma poco grata a los desplantes del inquilino de Palacio. Para decirlo más claro, bien valdría la Pena que un grupo de profesionales realice un diagnóstico para saber si en verdad esta afectado o sus desplantes forman parte de su estrategia de comunicación.
Los especialistas señalan que la mitomanía es la necesidad compulsiva de mentir sobre asuntos grandes y pequeños, independientemente de la circunstancia en que se den los hechos. Pero también han señalado que los síntomas más visibles son los niveles de ansiedad elevados cuando se presentan las condiciones ideales para mentir. Otro indicio de la mitomanía son los pensamientos frecuentes que incitan a mentir, o la dificultad para resistir el impulso de mentir. Pero también la persona siente satisfacción cuando no se descubren las mentiras, además de la presencia de pocas habilidades sociales.
Por desgracia esos síntomas que enumero en el párrafo anterior se presentan todos los días en el Presidente de la República al momento de iniciar su habitual conferencia mañanera, y me parece que los mexicanos de todas las latitudes debiéramos iniciar una cruzada para saber que tan grande es la probable afectación que hasta ahora ha venido preocupando a los especialistas. Un rubro que merece atención es que a la persona le cuesta mucho mantener vigentes las habilidades sociales, y creo que es de extrema gravedad que hasta ahora su principal misión ha sido la denostación constante para quienes son desafectos de su pretendido proyecto mal llamado ““La Cuarta Transformación”.
Quizá esa mitomanía patológica que presenta quien por ahora conduce los destinos de más de ciento veinte millones de habitantes que tiene este país, es la que lo ha llevado a realizar cotidianamente un ejercicio en el que la mentira es la constante, y eso quiere decir que le vale un soberano cacahuate mentirle todos los días a los mexicanos seguramente porque vive en una realidad distinta a la que hasta ahora percibimos la mayor parte de los ciudadanos interesados en el fenómeno político del momento, porque hemos reconocido que este país está caminando hacia el desastre.
De acuerdo a los datos que presentó la Consultora Politica SPIN, el Presidente de la República ha emitido un promedio de ochenta y ocho afirmaciones falsas en cada conferencia matutina. Lo grave es que desde el inicio de su gobierno la contabilidad de sus mentiras ha llegado a límites insospechados porque hasta ahora alcanzan la cifra de cincuenta y seis mil afirmaciones falsas o engañosas durante sus mañaneras, lo que habla de su compulsividad patológica para mantener el engaño acerca del rumbo del país y el desastre que hasta ahora ha significado su administración. Para decirlo más claro, el Presidente de la República tendría que ser tratado por los especialistas para determinar si está en posibilidades de recuperación o simplemente declararlo no apto para la importante tarea que es la conducción de un país como el nuestro.
El Mexico que todos queremos conservar no puede estar en manos de un sujeto afectado de su contacto con la realidad, y aunque sea una tarea cuasi imposible, los mexicanos de todas las latitudes debiéramos solicitar mediante un ejercicio plebiscitario conocer la profundidad de sus afectaciones psíquicas. Una iniciativa ciudadana de este tipo podría ser positiva antes de que nos alcance el desastre. Por desgracia la burbuja en que lo mantienen sus propios elementos más cercanos es un cerco difícil de romper, pero si los ciudadanos tenemos la capacidad de organizarnos, podremos lograrlo de forma inmediata. Esto es lo que debieran pensar los líderes de las organizaciones sociales antes de que tengamos que lamentar mayores desgracias. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.