Hay muchas cosas que se van quedando en la mente de los ciudadanos que podrían pesarle al Presidente de la República hacia el final de su gobierno. Si bien ahora pudiéramos señalar que cuenta con un amplio apoyo en los sectores desprotegidos, las clases medias han decidido vedarle cualquier intento
que haga para reafirmar su maltrecha popularidad, porque hasta ahora es el segmento poblacional más afectado por las políticas públicas que tienden a su decrecimiento económico, y eso le duele a cualquiera que tiene que mantener una lucha por alcanzar una formación profesional adecuada para que sus hijos no padezcan en el futuro los avatares que ellos han tenido que sortear a causa de los malos gobiernos que hemos tenido, y que pareciera que este es con mucho el peor de todos.
Los principales reclamos que se le han hecho al actual régimen es la criminal gestión de la pandemia del coronavirus que probablemente llegue a alcanzar hasta un millón de muertos por el desabasto de medicamentos y el poco interés del Presidente de la República por destinar mayores recursos no tan solo a la adquisición de las vacunas, sino a la atención que se brinda en los hospitales públicos, donde ni siquiera los médicos han contado con la protección adecuada dejándolos prácticamente en estado de indefensión. Esa circunstancia le otorgará un merecido lugar al señor Lopez Obrador en el basurero de la historia porque sus delitos de omisión han sido muchos y recurrentes.
Por otro lado esta su fallida estrategia de “abrazos y no balazos”, negándose a la persecución de los crimínales que ahora pululan por todo el territorio nacional sin que nadie ose intentar detenerlos, lo que pudiera confirmar ese pacto que ha sido mencionado en diversas ocasiones entre su gobierno y los principales capos de la delincuencia organizada, porque hasta ahora se sigue negando a la aplicación de la ley y a su sometimiento ante la justicia. Y siendo malicioso, esa peculiaridad pudiera confirmar que efectivamente sus campañas fueron financiadas con dinero proveniente de los distintos carteles que operan ahora de forma cínica en la mayor parte del país.
Por si no sabe usted amable lector, ¿cuánto dinero le costo a los mexicanos la cancelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México?, fueron ciento sesenta y tres mil quinientos cuarenta y seis millones de pesos tirados a la basura, aparte de truncar un proyecto que tenía una avance del cincuenta y tres por ciento, y que permitiría la creación de más de cuatrocientos mil empleos entre directos e indirectos. Pero también habrá que sumarle la deuda existente que consiste en bonos con valor nominal remanente de cuatro mil doscientos millones de dólares, es decir, alrededor de ochenta mil millones de pesos.
¿Es justo esto? desde luego que no. ¿Era inviable el proyecto?, por el contrario, permitiría la operación del doble de vuelos de los que hasta ahora recibe y salen del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. ¿Cual fue el argumento? Reconfigurar la base aérea de Santa Lucía, y que después supimos que no podrá recibir vuelos internacionales porque no cuenta con las condiciones adecuadas para la recepción de grandes Aeronaves. ¿Cuáles eran los avances en el Aeropuerto de Texcoco al momento de la cancelación? El cincuenta y tres por ciento. ¿Es justo lo que hizo el Presidente? De ninguna manera, pues el capricho lo pagamos los mexicanos.
La valuación total de las pérdidas que tendremos que sufragar los mexicanos asciende a la cantidad de trescientos treinta y un mil novecientos sesenta y seis millones de pesos. Pero eso poco le importó al señor Lopez Obrador, porque con tal de evitar que los gobiernos anteriores fueran mencionados con el crédito correspondiente, condenó a Mexico y a los mexicanos a pagar cantidades de dinero que bien pudieron ser invertidas en paliar la pobreza de muchos ciudadanos, o en la compra de medicamentos para los niños con cancer que ha dejado morir por su mendicidad. La historia lo juzgará y colocará en el pedestal que merece: la ignominia, que no es otra cosa más que la ofensa grave que sufre el honor o la dignidad de una persona. El reclamo se lo hará la Historia. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.