Bien dicen por ahí que el desgaste del poder es una circunstancia que vale la pena escudriñar para desentrañar el misterio del porque los gobernantes padecen un inexplicable declive al principio de la mitad de su mandato. Pareciera que es una regla no establecida pero que los ciudadanos asumen con
acuciosidad ante los excesos del poder y los desatinos de quienes se encargan de la toma de decisiones en los tres ámbitos: nacional, estatal y municipal. También señalan los estudiosos del fenómeno político que el poder desgasta, y cuando se ejerce mal el desgaste es mayor, y pareciera que esa es la circunstancia que ha estado viviendo en los últimos meses Andres Manuel López Obrador.
Pero también hay que dejar establecido que el fenómeno del poder es algo que ha fascinado no tan solo a quienes lo analizan a profundidad y determinan las consecuencias buenas o malas de la toma de decisiones. Señalan los estudiosos del tema que el poder permite, o define la posibilidad de llevar a cabo acciones significativas en una sociedad, y su valoración como medio para la construcción de esta, resulta esencial. Pero también es importante puntualizar que el ejercicio del poder también está atado a los fracasos, a los excesos y a las rupturas, y eso impacta inevitablemente en lo social en aspectos como el orden y el desorden, en la construcción y destrucción de un modelo de gobierno o de país, pero sobre todo en la convergencia y la divergencia.
Los mecanismos del ejercicio del poder son divergentes, y son los estudiosos de la ciencia política los que se encargan de interpretar y valorar hasta donde se puede ejercer democráticamente sin entrar en los procesos de eso que hemos llamado ““los excesos del poder”. Pero también es importante visualizar que el ejercicio del poder cambia en tiempo y circunstancia, o en lugares de acuerdo a la forma en que se comportan las sociedades. Hasta ahora el populismo se ha asentado mayoritariamente en países que por desgracia cuentan con brutales carencias en los mecanismos de preparación académica, y cuyos moradores son aleccionados por discursos esperanzadores de un presunto cambio que nuca acaba de llegar, por el contrario, lo único que hemos podido verificar es que las dictaduras han encontrado un modo diverso de establecerse.
Lo que antaño era producto de los excesos policiales y militares, ahora es una realidad que surge mediante la oferta fácil, el discurso reivindicatorio, la promesa de un mejor destino, y la siembra del odio contra los antecesores. Lo peor de todo es que el discurso en contra de la corrupcion es el que más hondo ha calado, aunque se demuestre que quienes llegan a encabezar el nuevo gobierno son tanto o más corruptos que quienes detentaron el poder. En el caso mexicano todavía no sabemos de donde saco tanto dinero Andres a Manuel López Obrador para hacer una campaña de más de dieciocho años de forma ininterrumpida y nunca rindió cuentas a la autoridad electoral con la cantaleta de que la gente le apoyaba con sus contribuciones.
El antídoto contra el desgaste del poder que han utilizado los regímenes populistas es el regalo de dinero en efectivo, programas sociales de apoyo que nunca son suficientes para aliviar la pobreza, pero que mantienen la esperanza de los desposeídos en al menos cubrir la canasta alimenticia. De cualquier forma esa capacidad de influencia y dominación es la que le otorga sustento a las prédicas populistas por la forma en que se manipula la pobreza y se siembra la esperanza de una vida mejor. Pero también habrá que señalar que los procesos de la educación son el principal reducto para el surgimiento del descontento, y en el caso de México, en este país ha comenzado la decepción porque hasta ahora se ha mantenido un excelente nivel educativo que no han podido destruir pese a la ignorante titular de la Educación Pública.
Como señalan los especialistas de, fenómeno político, el poder desgasta, y cuando se ejerce mal desgasta más. Hasta ahora Andres Manuel López Obrador ha sufrido un enorme desgaste en la percepción ciudadana, y la principal muestra ha sido su pretendida consulta para enjuiciar a los expresidentes donde el cúmulo de la votación ni siquiera alcanzó para al menos decir que fue un ejercicio exitoso. El nuevo intentó que utilizara Andres Manuel Lopez Obrador para buscar su permanencia más allá del mandato constitucional es la revocación de mandato. Pero también hay que señalar que corre un grave peligro de que el ejercicio le resulte adverso producto de esa capacidad de los mexicanos por diferenciar lo bueno de lo malo, porque hasta ahora los procesos de la educación y formación profesional han sido medianamente exitosos. El destino del Mexico que con mucho trabajo hemos construido esta en manos de los mexicanos, y eso es una gran oportunidad para reafirmar nuestra vocación por la democracia. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.