Al Presidente de la República le da por pontificar todos los días para seguir adoctrinando a los miembros de esa mal llamada 4T que hasta ahora no ha sido más que un eslogan, porque la llegada del tabasqueño al poder no puede asemejarse por ningún motivo a los tres grandes movimientos sociales que
ha tenido la historia patria: La Independencia, La Reforma y La Revolución. Para que pudiera considerarse una hazaña de ese tipo el gobierno populista encabezado por Andres Manuel López Obrador, tendría que dar resultados positivos en crecimiento económico, abatimiento de la pobreza, finanzas sanas, erradicación de la corrupcion, disminución de la inflación, mayor calidad en el sistema educativo nacional, finanzas sanas, y obediencia estricta del Marco Constitucional.
Hasta ahora ha hecho trizas el mandato Constitucional, y cuando critica a los que estudiaron en Harvard habría que recordarle que él tardó quince años en concluir su carrera profesional, y cuando los acusa que solamente aprendieron a robar, habría que decirle que hasta ahora los gastos de sus diferentes campañas políticas han sido un modelo mundial porque gasto miles de millones de pesos que se robaron sus compinches para alcanzar el poder. Recordemos que Marcelo Ebrard y Mario Delgado montaron el fraude de la Línea 12 del Metro, que se estructuró con un costo de diecisiete mil millones de pesos, y terminó costando cincuenta y cuatro mil millones, que fueron a parar a su campaña para alcanzar la Presidencia de la República. El mayor fraude gubernamental de la historia de este país.
Por cierto, siempre critica a sus adversarios, pero no dice nada de que su equipo más cercano está integrado por elementos que también estudiaron en Harvard y otras universidades de diferentes partes del extranjero, y son los que están robando ahora y robaron durante toda su vida política. Por eso pongo de ejemplo a dos de los más ladrones: Mario Delgado y Marcelo Ebrard Casaubón. Por cierto, cuando Marcelo terminó su período al frente del Gobierno de la Ciudad de México se ausentó seis años del país a causa del fraude de la Línea 12 porque temía que fuera encarcelado, y regresó el día en que Lopez Obrador fue declarado Presidente Electo.
Claudia Sheimbaun tomó ocho cursos en diversos centros de estudio en Estados Unidos, por su parte Olga Sánchez Cordero estuvo en la University College of Swansea, de Inglaterra, y Marcelo Ebrard en el École Nationale d’Administration en Paris. Pero también Esteban Moctezuma, que fue uno de los principales funcionarios de Ernesto Zedillo Ponce de León, estudió en Cambridge, Inglaterra, y la señora María Luisa Alcalde en la Universidad de Berkeley en California, y así podemos seguir con muchos más, pero ni siquiera vale la pena señalarlo porque aunque se digan honestos, todos los mexicanos sabemos de qué pie cojean. Por cierto, la que más ha robado hasta ahora es Claudia Sheimbaun.
Esta particularidad indica que al señor Lopez Obrador se le olvidan las cosas, o simplemente que es un bocón profesional que piensa que los mexicanos somos tontos, cuando el que se hace tonto es el. Pero si algo podemos señalar es que es un ladrón profesional, y hasta ahora hay empresas especializadas que señalan que ha mentido más de cincuenta y cinco mil veces en sus mañaneras, lo que quiere decir que tenemos un mandatario mitómano compulsivo cuya mayor habilidad es el montaje de un engaño a los mexicanos porque piensa que somos tontos, sin darse cuenta que su cinismo es la principal causa de su disminución en la aceptación de la gente.
Para colmo de males entre abril y junio de 2021 se fugaron del país más de siete mil millones de dólares por la desconfianza que ya se extendió en todas las latitudes de los centros de inversión. Sin lugar a dudas Andres Manuel López Obrador es el mayor ladrón que registra la historia patria, pero lo peor es su incansable verborrea que lo muestra como un profesional de la acusación banal y mentirosa por decir cosas sin pensarlas antes, pero también habrá que decir que cínicamente se ha acostumbrado al ridículo, esa particularidad de su talante autoritario que lo registrara en la historia de este país como el peor de todos los mandatarios, incluso por encima de Antonio Severino de Padua López de Santa Anna, quien vendió la mitad del país. Por cierto, llevan el mismo apellido, y el López de ahora también se quiere robar a este país, pero no lo permitiremos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.