Sin lugar a dudas en este país las cosas no van lo bien que quisiéramos porque el proyecto no es el bienestar de los mexicanos, sino la sujeción a los postulados de un mamotreto construido por esa mal llamada Cuarta Transformación que no tiene nada que ver con las etapas que le dieron forma a este
país como fueron la Independencia, La Reforma y La Revolución Mexicana, que nos permitieron edificar un país de instituciones y con proyectos y programas orientados al beneficio social, pero más que nada, construir un entramado Constitucional que hasta ahora le han dado vigencia a nuestro devenir histórico.
Pero eso poco le importa al Presidente de la República, quien se afana en destruir las instituciones que durante mucho tiempo hemos venido construyendo y modificando para hacerlas más efectivas en la procuración del bienestar de los mexicanos de todas las latitudes. Pero tampoco le importan la vida de los demás, porque su colusión con el crimen organizado ha dejado de ser una sospecha para convertirse en una lamentable realidad, con lo que podemos aseverar que en este Mexico tan nuestro y tan lejano a las leyes ha sido vendido por el Presidente de la República.
Y me refiero a la forma tan cínica en la que Lopez Obrador ha cedido y concedido amplios territorios de nuestra geografía para que su destino sea liderado por el crimen organizado. El horror de contemplar la forma en que los ahora denominados “tlacos” mostraron la ejecución masiva de más de veinte integrantes de la banda delincuencial Guerreros Unidos en la región de Iguala de la Independencia, contraviene la estrategia implementada por el Presidente de la República denominada ““abrazos no balazos”, esa que tanto ha publicitado pero que hasta ahora no ha dado los resultados esperados simplemente porque los distintos carteles al parecer se han empecinado en llevarle la contraria.
Lo previsible es que la confianza del Mandatario por su hasta ahora inútil estrategia mengüe entre los mexicanos de todas las latitudes. Pero hay que señalar que antes de la victimización de ese grupo de facinerosos hubo discursos encendidos de advertencia, como se acostumbra ahora en el gobierno de la 4T, porque de una u otra forma los carteles forman parte de esa Cuarta Transformación porque la decisión es que ni se les persiga, ni se les moleste y mucho menos se les afecte. Después de dar a conocer los pormenores de la decisión que se tomó desde el momento en que los aprehendieron, se dio la orden de realizar un acto que busca sembrar el pánico entre quienes se han apartado de la recomendación de sustituir con abrazos los balazos.
Pero habrá que señalar que esa ejecución masiva forma parte de esa violencia generalizada que se ha venido sembrando en todos los rincones de este país en el que los mexicanos azorados observamos la forma en que los criminales, protegidos y consentidos por la 4T, ven hacer y dejan pasar porque así lo ha ordenado el líder maximo ya que no quiere que se les toque ni siquiera con el pétalo de un reclamo, porque es el principal impulsor de una nueva estrategia para tranquilizar al país que aunque no les guste a muchos, sigue estando vigente: ““abrazos no balazos”.
En lo personal me parece que la estrategia presidencial no ha tenido los resultados esperados, y lo aconsejable es que intente convencerlos de otra manera, como por ejemplo “Besos y no cadáveres tiesos”. O ““si se empecinan en matar, los voy a regañar”. Quizá funcione este otro, ““si quieres progresar, cobra por matar”. Ya entrado en el ritmo de que al son que le pongan baila, que Don Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, que quiso contestarle al Presidente de España, bien podría versar de esta manera: ““El que Mier da, Mier lo quita, y el que no da, se lo unte en su boquita”. Sin lugar a dudas esta 4T es una pléyade de hombres y mujeres muy singulares. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.