Mucho se ha mencionado que el Presidente Andres Manuel López Obrador ha sido muy consecuente con los distintos carteles del narcotráfico porque
fueron una parte fundamental para su llegada a la Presidencia de la República. Los viajes que ha realizado a la zona de Badiraguato han despertado muchas dudas acerca de su estrategia de “abrazos y no balazos”, lo que en realidad ha significado una inacción de las distintas organizaciones policiales del país para otorgar una velada complicidad para que sigan haciendo su trabajo sin ser molestados ni con el pétalo de una investigación.
Para decirlo más claro, pareciera que atrás de esas decisiones existe una complicidad para que se les deje hacer su trabajo sin que sean molestados ni siquiera con el pétalo de una estrategia de presencia que inhiba las cínicas actividades que hasta ahora realizan de forma impune. Pero como dicen por ahí, todo tiene una explicación, y seguramente tendremos que buscarla en las decisiones tomadas desde Palacio Nacional, y que pudieran ser el principal indicativo de que desde hace tiempo hubo un pacto entre el Presidente de la República y los líderes de los carteles de la droga en este país.
Por lo pronto el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador lleva meses deteniendo la aprobación de visas para alrededor de veinticuatro agentes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) que han sido desplegados en territorio nacional de acuerdo a la cadena televisiva CNN. Eso ha motivado la visita de una delegación de altos funcionarios estadounidenses para participar en el Primer Diálogo de Seguridad de Alto Nivel, y fuentes anónimas del gobierno de Joe Biden aseguraron que la negativa para la aprobación de las visas afecta directamente a la relación bilateral en materia de seguridad.
Ante la negativa del otorgamiento de visas a los funcionarios estadounidenses, ha sido la propia agencia norteamericana la que ha establecido que esa decisión ha afectado negativamente la relación en materia de seguridad, y seguramente pondría en riesgo los beneficios de la relación bilateral en materia de importaciones y exportaciones, además de que propiciará reacciones en otros rubros de la economía. Para decirlo más claro, Andres Manuel López Obrador ha otorgado permisibilidad y protección a las distintas bandas del crimen organizado, y es una circunstancia que muchos observadores especializados han comentado.
La realidad indica que no existe una justificación válida para evitar el trabajo de las agencias norteamericanas que además operan con tecnología que en este país no existe para adelantarse a los pasos que realizan los narcotraficantes. Es más, la construcción de carreteras en la zona de Badiraguato para mejorar la conexión con el resto del país pudiera ser un exigencia de las bandas del crimen organizado que presuntamente fondearon las campañas de quien ahora gobierna a los mexicanos, y que cínicamente ha probado y comprobado sin pudores su cercanía con ellos.
Han sido más de seis meses de gestiones que han estado haciendo los altos mandos de la DEA sin encontrar una respuesta favorable, y el gobierno estadounidense ha señalado que estas medidas se han puesto en práctica después del arresto del General Salvador Cienfuegos. El cinismo del Presidente de la República es brutal, y poco le importa que los mexicanos corroboremos esa sospecha de que sus campañas estaban financiadas por el narcotráfico y que fueron ellos mismos los que lo llevaron al poder. Pobre Mexico, con la posibilidad de tener un gobernante ligado a las bandas del crimen organizado y a los narcotraficantes. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.