Si Andres Manuel López Obrador pensó que sería recibido como un exitoso estadista en la Asamblea General de la Organización de Las Naciones Unidas,
se equivocó rotundamente. Porque no se trata de dar clases de honorabilidad cuando el mundo sabe muy bien de que está hecho este moderno tirano cuya mayor aspiración es ser reconocido a través de sus desplantes totalitarios que disfraza de logros cuando la realidad indica que los procesos de destrucción de la armonía social de este país está a la vuelta de la esquina. Si de algo puede preciarse tabasqueño es de haber dividido a los mexicanos entre demócratas y neoliberales, entre fifis y patriotas, entre adeptos y desafectos.
Hasta ahora los mexicanos no sabemos cuáles han sido las hazañas que ha logrado el Presidente, porque el resultado de la gestión de la pandemia abarca más de seiscientos cuarenta mil mexicanos que perdieron la vida, según la estadística dada a conocer por su propio equipo. ¿De que diablos fue a preciarse a la ONU cuando la gestión de la pandemia ha sido desastrosa? Lo más ridícula fue cuando comenzó a dar consejos a los estadistas del mundo entero para que se adhirieran a sus propuestas de cómo manejar al órgano que aglutina a las naciones del mundo, y muchos se quedaron estupefactos, porque no creían que ese simplismo de su razonamiento fuera real.
Como Jefe del Estado no tiene y nunca contará con la estatura de quienes le precedieron. Para decirlo más claro, hasta Enrique Peña Nieto puede ser considerado un tipo mucho más preparado que un Presidente que se tardó quince años para terminar su carrera, porque al menos tenía mayor pulso para saber hacia donde debiera caminar el país, que se requería en el momento, quienes deberían participar en el diagnóstico, y aquellos que instrumentarían las decisiones. Para decirlo más claro, quizá carecía de talento, pero sabía escuchar a los demás y valorar sus opiniones, lo que no ocurre en el tabasqueño que piensa que él puede determinarlo todo porque es Presidente.
Su cantaleta sobre la corrupcion provocó que más de uno hiciera un levantamiento de ceja ante lo que estaba escuchando, porque se posesiono en el papel de maestro mundial de la probidad, cuando en la mayor parte del mundo se sabe de que pie ha cojeado toda su vida, y las grandes cantidades de dinero de que ha dispuesto para su beneficio personal. Cada día qué pasa los mexicanos tienen mayor certeza de las grandes cantidades de dinero que salen de Palacio Nacional para seguir comprando conciencias a través de Mario Delgado, con tan de mantener la mayoría parlamentaria en la siguiente elección para instrumentar su proyecto transexenal, si es que sus males se lo permiten.
Por lo pronto, en otro de sus anuncios preparados cuál vil populista, dijo que propondrá la creación de un fondo de un billón de dólares para garantizar una vida digna a setecientos cincuenta millones de personas que viven con menos de dos dólares al día. Vaya con nuestro mandatario, ahora se cree que de verdad es un reconocido estadista y que sus propuestas serán recibidas con beneplácito por todos los países del mundo, porque él está para eso, para mostrar su grandeza aglutinando a las naciones del orbe en sus simplistas propuestas para terminar con todos los males. Caray, de lo que nos hemos perdido los mexicanos en estos casi tres años de gestión del Bien Amado Camarada Líder, quien ostenta desde hace algunos días, según sus propias estadísticas, la medalla de plata en popularidad mundial. Claro esta que nadie le dijo que era una encuesta realizada en trece países, y de índole populistas.
Desde su llegada al poder en este país ha fabricado cuatro millones de pobres más, y eso refuerza la versión de que su verdadero proyecto es el empobrecimiento de los mexicanos para hacerlos depender de sus dádivas que se conforman con dinero de todos los mexicanos. Mientras tanto seguiremos siendo el segundo país con la mayor tasa de letalidad por COVID. Y en menos de medio sexenio de su mandato, ya superó el número de muertos y asesinatos que hubo en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. Vaya con el estadista tan reconocido que cree que tenemos como Presidente. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.