Muchos se dijo al inicio del gobierno de Andres Manuel Lopez Obrador, de la carencia de medicamentos para diversos padecimientos que los propios
miembros del gobierno de la Cuarta Transformación decidieron no comprar, y provocaron una brutal crisis que desencadenó innumerables muertes por negligencia criminal. El abandono de los niños que padecían cancer fue uno de los episodios más detestables de la actual administración porque decidieron dejar morir a muchos niños con padecimientos de cancer, lo que indica el poco aprecio que los morenistas tienen de la vida ajena.
El desabasto de medicinas ha sido uno de los actos de mendicidad más excecrable del que tenemos memoria, porque en los gobiernos anteriores, tricolores y blanquiazules, el servicio de salud se preocupaba por mantener vigente los medicamentos para los padecimientos que ponen en riesgo la vida del enfermo, y cualquier Mexicano recibía la atención en todas las latitudes de este aún maravilloso país. Seguramente a muchos les cuesta señalar esta lamentable circunstancia que seguimos enfrentando, por temor a despertar la ira de quien todo lo quiere controlar y decidir.
Con gran pesar ahora tenemos que lamentar y aceptar, que la pretendida Cuarta Transformación hasta ahora lo único que ha mostrado y demostrado es que sus miembros son una caterva de hombres y mujeres que han perdido la dignidad y la piedad para los que padecen enfermedades graves, porque los han condenado a morir con tal de que el Presidente de la República tenga los fondos suficientes para seguir comprando voluntades a través del reparto de programas sociales que en poco ayudan a los mexicanos más desfavorecidos.
Cuando un gobierno privilegia la generación de mecanismos para la entrega de dinero en efectivo para contar con una base social que satisfaga sus más caros anhelos de permanencia y continuidad, faltando al más elemental principio de piedad con quienes padecen enfermedades que pueden ser curables mediante tratamientos que hasta antes de la llegada de Andres Manuel López Obrador eran el principal motivo de preocupación de las instituciones de salud, quiere decir que estamos ante el liderazgo de un hombre carente de piedad.
Sin lugar a dudas los mexicanos tenemos el gobierno que merecemos, y aunque no le guste a muchos, en lo personal creo que es el que mayor mendicidad ha mostrado y demostrado de todos los que hemos tenido en los últimos treinta años. Y la mejor muestra de ello es que en una revisión del almacén central de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, de encontraron decenas de medicamentos para el tratamiento de cancer y otras enfermedades que ya habían caducado, lo que significa un acto de negligencia criminal por parte de Claudia Sheimbaun, que esta más pendiente de su pretendida candidatura presidencial que de la salud de los habitantes de la Capital del país. Lo peor de todo es que pese a la caducidad, fueron distribuidos en diversos hospitales poniendo en riesgo la vida de aquellos a los que juró que velaría por ellos.
La evidencia fue presentada en diversos medios televisivos a través de la investigación que realizó la periodista Blanca Valadez, quien constató y mostró las imágenes de la forma tan deleznable en el que se echaron a perder muchos millones de pesos en un cuchitril de bodega al aire libre en un presunto almacén de la Secretaría de Salud capitalina, donde las cajas que contenían los medicamentos. Desde luego que Claudia Sheimbaun tendría que ser enjuiciada y encarcelada muchos años por el daño causado y las vidas que se han perdido por su negligencia, pero como siempre encontrará cobijo en la mendicidad de Andrés Manuel López Obrador. Pobre país. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.