Francamente no se qué pasa o que piensan los integrantes del Gobierno Federal, y principalmente aquellos que pertenecen al círculo cercano del
Presidente de la República. Resulta inexplicable lo que el país está viviendo en materia de crimen organizado, y la permisibilidad otorgada para la actividad de los distintos carteles que se han adueñado de la mayor parte del territorio nacional en detrimento de la calidad de vida de todos los mexicanos. No es nueva esa circunstancia, pero al menos los gobiernos anteriores se preocupaban por evitar que las organizaciones criminales cometieran las atrocidades que ahora observamos día con día.
Lo peor de todo es que hasta ahora no sabemos cuál es la estrategia de contención o de combate de la actual administración para que las distintas bandas del crimen organizado y los Cárteles dejen de seguir imponiendo su ley a base de sangre y fuego sin que hasta ahora hayan sido molestados ni siquiera con el pétalo de un pronunciamiento en las conferencias mañaneras. Y eso tiene que motivar a los mexicanos todos para discernir el porqué del comportamiento de quien por obligación constitucional tendría que colocarse del lado de los ciudadanos.
La noticia de que se localizaron los cuerpos sin vida de los marinos desaparecidos por el Cartel de Jalisco Nueva Generación en Zapopan, Jalisco, tiene que lastimar a todos los mexicanos, porque formaron parte de esa institución que hemos respetado durante muchos años y que seguramente cumplían con su deber. Lo peor de todo es que fueron encontrados torturados, maniatados, y empaquetados en bolsas negras en una brecha. El Cartel de Jalisco Nueva Generación ha declarado la Guerra a la Secretaria de Marina Armada de Mexico, según se mencionó en la cartulina adjunta a los cuerpos.
La reacción de quienes forman parte de los cuerpos militares del país fue de rechazo y de condena a los lamentables hechos, pero también en la mayor parte de los batallones del país se dijo que están suficientemente capacitados y dispuestos para hacer su parte y hacerle frente al grupo criminal, ese mismo grupo que Silvano Aureoles Conejo denunció ante el Presidente de la República como el que instrumento el triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional en la entidad violentando la decisión de los michoacanos a base de amenazas. Y cuando el inquilino de Palacio le pidió las pruebas, se las llevó, pero no lo quiso recibir. ¿Será que el Presidente de la República tiene complicidades con los criminales como lo han señalado algunos especialistas?
Por lo pronto los mandos de la Secretaría de Marina han hecho pronunciamientos en el sentido de que están dispuestos a salir al frente de batalla y combatir a dicha organización criminal, pero si de algo podemos tener seguridad los mexicanos es de que no habrá tal oportunidad porque el Presidente de la República les negará cualquier intento de molestar a los integrantes del Cartel de Jalisco Nueva Generación, ya que verdaderamente operaron para que en la elección del Estado de Michoacan obtuviera el triunfo el Movimiento de Regeneración Nacional. Por desgracia esa es una lamentable circunstancia que los mexicanos estamos viviendo con un gobierno que tiene y mantiene ligas con la mayor parte de las organizaciones criminales.
¿Que el gobierno actual es cómplice del crimen organizado? Todo parece indicar que es así, o al menos eso es lo que nos hace pensar la conducta y cercanía con ellos quien por ahora detenta el poder con su estrategia de “abrazos y no balazos”, aunque los criminales sigan cometiendo asesinatos todos los días. Andres Manuel ha incumplido la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, y sobre todo el juramento con el que tomó posesión señalando en su protesta al cargo que detenta, que guardaría y haría guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, esas que debiera honrar para protegernos. Lo cierto es que ha abdicado de ese juramento, y nos engaño, y lo seguirá haciendo porque tiene pacto con ellos. Pobre país. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.