Sin lugar a dudas Andres Manuel López Obrador es uno de los elementos con mayor intuición política que ha tenido este sistema político que surgió
después de la etapa conocida como de ““La Revolución Mexicana”. Y señalo esa atribución porque hasta ahora no encuentro otras particularidades que le permitan trascender en la historia reciente de este país como lo han hecho otros actores. Al Presidente de la República lo podemos acusar de muchas cosas, pero nunca de ser un idiota como lo han pretendido señalar algunos de sus principales críticos.
Lo primero que tendrían que reconocer es que de idiota no tiene nada, y pese a ser muy limitado en su preparación profesional, porque hay que recordar que se tardo quince años en terminar una carrera universitaria, cuenta con dos atributos indispensables para un político: intuición y sagacidad. Y esas son las peculiaridades que mayor valor puede tener alguien que se quiera dedicar al ejercicio de lo público, porque en este país no existe una carrera política como tal, y eso pudiera explicar lo mal que nos ha ido en los últimos quince años.
Pero también es un hombre que sabe escoger el momento preciso para hacer gala de sus desplantes personales, y lo ha ensayado toda su vida. ““Cállate chachalaca”, “fifis”, “conservador”, son ejemplos de su sagacidad para elegir el momento en que vitupera a sus adversarios políticos. El problema de Andrés Manuel López Obrador es su rusticidad personal, porque una cosa es tener esas peculiaridades que he mencionado, y otra es que en la toma de decisiones se haya equivocado infinidad de veces, y esas son las que marcarán su destino en los registros de la historia del país.
En otro de sus desplantes de autosuficiencia afirmó que será muy difícil que la sociedad rechace la continuidad de su gobierno, y señaló que será ““muy difícil retrogradar, ya se echó a andar esto, la transformación”, y también añadió que en una de esas en el 2024 queda un Presidente o una presidenta que continúe con la misma política. De paso hizo un llamado a sus adversarios para que no estén pensando que su gobierno será transitorio, y le dio por afirmar ““ya se están sentando las bases de la transformación y prácticamente va a quedar consumada la obra de transformación”.
En otro de sus desplantes aseguró que ““será muy difícil que la sociedad rechace la continuidad de su gobierno” y señaló: “muy difícil retrogradar, ya se echó a andar esto, entonces a lo mejor están esperando, ya se va a ir, ya falta menos, y entonces vamos a volver por nuestros fueros, pues ya no porque incluso las mismas autoridades ya no van a poder, por eso hablo mucho de la revolución de las conciencias, el cambio de mentalidad. No se hagan muchas ilusiones, en una de esas triunfa una Presidenta que siga con la misma politica”.
Desde luego que la presunta Presidenta sería Claudia Sheimbaun, porque su principal motivo es que la convertiría en su mayor pelele para que hiciera lo que él siguiera mandando tras bambalinas. No se si Andres Manuel López Obrador siga pensando que todos los mexicanos somos idiotas, porque esos fueron los que lo llevaron al poder, pero podemos tener la seguridad de que no habrá una segunda ocasión después de observar el desastre en que ha metido al país en ese afán de destruir lo que tanto tiempo nos costó construir. Lopez Obrador piensa que puede seguir burlándose de los mexicanos. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.