El Tirano Mostrando el Cobre

Sin lugar a dudas la mal llamada Cuarta Transformación tiene todavía preparados algunos eventos que sorprenderán a los mexicanos. La maldad de sus

principales integrantes es infinitamente proporcional a la estupidez de las huestes que hacen lo que les indiquen con tal de seguir recibiendo las migajas que se les entregan a cuentagotas disfrazadas de programas sociales. A mis sesenta y seis años, nunca había visto tanta sevicia por parte de un gobierno que se ha dicho solidario y reivindicatorio, y que en realidad esconde una maldad infinita.

En el pasado, ningún Presidente de la República había tenido tantos desplantes de crueldad como lo ha hecho y sigue haciendo Andres Manuel Lopez Obrador para aquellos mexicanos, hombres y mujeres, que se han opuesto a sus designios. tampoco, un Presidente de la República había utilizado a los carteles del crimen organizado para someter a los habitantes de diversas regiones del país y convertirlos en rehenes de la delincuencia. Para decirlo más claro, nunca antes la delincuencia organizada había formado parte de un gobierno de la forma tan atroz que ahora lo hacen.

Y la desgracia mayor es que "nunca antes" el otrora Glorioso Ejército Mexicano y la Marina Armada de Mexico habían participado en esa complicidad que ahora tienen y mantienen con la delincuencia organizada simplemente porque así se los manda el inquilino de Palacio Nacional. Da tristeza observar la forma en que nuestros soldados y marinos, esa parte del pueblo que hasta ahora había defendido con honor la viabilidad de este país y La Paz publica, ha sido empleado para convertirse en cómplice de las grandes organizaciones delincuenciales que son las que verdaderamente están gobernando la mayor parte de los territorios del suelo patrio.

Nunca antes un Presidente de la República había vertido tanto odio contra quienes no comulgan con el negro destino a que nos somete y obliga porque no votamos por el, y porque pese a sus reclamos y agresiones seguimos manteniendo una férrea resistencia porque sabemos hasta donde puede llegar con su ambición de poder intentando destruir lo que con tanto tiempo y esmero construimos. Hasta ahora con nuestras acciones como sociedad civil organizada hemos seguido defendemos la viabilidad de las generaciones venideras, esas a las que no podemos dejar en manos de un tirano que se piensa dueño de nuestro futuro.

Al tirano de Palacio Nacional le interesa más enviar ayuda a otro tirano sudamericano cuyo pueblo ha despreciado simplemente porque afirma que Pedro Castillo, que así se llama el mandatario de marras, está atravesando una situación difícil ante el intento de destitución, entrometiéndose en asuntos que no le competen porque en todo caso le corresponde resolverlo a los peruanos. Ahora tenemos un mandatario que se preocupa más por un estúpido tirano de otro país con tal de protegerlo de su propio pueblo por los levantamientos populares a causa de sus excesos totalitarios y sus desplantes tiránicos para someter a la población a sus designios personales con nuestro dinero.

Andres Manuel López Obrador piensa que los mexicanos somos idiotas, y que sus huestes le seguirán siendo leales y lo defenderán a capa y espada. No tardará mucho en hacer lo mismo que los otros tiranos del continente cuando los morenistas pasen de las agresiones verbales a salir a las calles a perseguir a quienes no comulgamos con su mal gobierno. Lo que no entiende es que la idiosincrasia de los mexicanos es distinta a la de los demás países del hemisferio, y que le cobraremos todas las afrentas que nos ha hecho en estos tres años. El infierno que pretende imponernos será su suplicio cuando se vaya del poder. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.