LA IDIOTEZ DE VALENTINA BATRES

Desde hace tiempo hemos venido observando las ocurrencias de los principales miembros de la mal llamada Cuarta Transformación, porque ni ha

iniciado tal transformación que hasta ahora no sabemos qué significa, hasta donde llegará, y cuáles serán los alcances de ese proyecto que nadie conoce. Pero mientras tanto, sigue la mata dando y los sucesos no dejan de ocurrir aunque la mayor parte de ellos vayan en detrimento del prestigio de los principales integrantes del círculo cercano de Andrés Manuel López Obrador.

Yo espero que estos integrantes de ese bodrio ideológico que pretenden construir después de la ocurrencia del quien por ahora rige los destinos del país, sepan el significado de “prestigio”, porque hasta ahora todo lo que han hecho o realizado ha servido para desprestigiar aún más a ese presunto movimiento, que ni es movimiento, o quizá grupo que tampoco es un grupo, o bien una organización que tampoco es organización, porque hasta ahora todos los elementos, las estructuras, y los grupos de interés responden a una sola cosa: a los designios de quien por ahora detenta la Presidencia de la República.

Pero nunca faltan elementos que en su infinita estupidez realizan actos contrarios al razonamiento y lo hacen simplemente porque así lo piensan o porque así se los indicó alguien. Y una de esas es la hermana de Martí Batres, Valentina, quien en uno de esos desplantes irracionales que le ocurren a menudo decidió proponer una ley que desaparezca la propiedad privada porque si el Estado lo requiere puede obligar a los propietarios de inmuebles a ceder espacios de su hogar a terceros por decreto, lo que significa un brutal atentado al esfuerzo de los mexicanos y a la propiedad privada.

Y desde luego que el posicionamiento causó encono en muchos y risa en otros. Pero ahí está la ocurrencia y el desplante de colocarlo a disposición de la Cámara de Diputados para que sus miembros lo avalen o lo desechen. No son nuevos estos tipos de propuestas, y menos entre aquellos que se denominan de izquierda y que ojalá supieran que significa eso, y para que sirve. Por lo pronto la propuesta de Valentina Batres causó hilaridad en algunos integrantes de la Cámara de Diputados, y lastima en otros.

Pero quienes debemos preocuparnos somos los mexicanos, porque hasta ahora lo único que hemos hecho es contemplar la forma en que los integrantes de ese bodrio ideológico al que llaman la ““Cuarta Transformación” intentan destruir al país simplemente porque así se los ordeno quien por ahora encabeza la Presidencia de la República. Pero también habrá que señalar que la mayor parte de los mexicanos no votamos por Andrés Manuel López Obrador, y fuimos una mayoría que hasta ahora se mantiene vigente.

Valentina Batres es una idiota, una mujer que hasta ahora lo único que ha hecho es mostrar una infinita mendicidad sembrando el odio contra las clases medias y aquellos que detentan los capitales que son los que mueven la economía de un país como el nuestro. El despropósito es pretender que empobreciendo al país y desapareciendo la propiedad privada podremos ser un miembro más de ese bodrio populista que se ha enquistado en diversas partes del Continente. Los mexicanos estamos hartos de las estupideces y las ocurrencias de los principales miembros de la 4T, incluido Andrés Manuel López Obrador. No hay mal que dure cien años, y este tiene fecha de caducidad en dos años más. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.