Sin lugar a dudas estamos ante un gobierno que hasta ahora ha mostrado su capacidad destructiva y la forma en que destina nuestro dinero para seguir
manteniendo el desastre de país que nos pretenden heredar. Lo peor de todo es que hasta ahora las intentonas de engaño desde el púlpito mañanero se están haciendo realidad. ¿De verdad piensas que el ejercicio de Revocación de Mandato es el camino para que Andrés Manuel López Obrador se vaya de la Presidencia de la República? De ninguna manera, porque es un instrumento con el que buscara la ratificación y por consecuencia intentar cambiar la Constitución para quedarse más tiempo en el poder.
Lo que en todo caso tenemos que exigir los mexicanos es que se cumpla el plazo de seis años como lo mandata la Constitución, y que se vaya. Seguramente intentará que se cumpla la voluntad ciudadana de mantenerse en el poder, y la única defensa que tendremos los mexicanos es acudir al cumplimiento de la voluntad del pueblo mexicano expresada en la Constitución que señala como único plazo los seis años de ejercicio al frente del poder público. Y desde luego que podemos tener la seguridad de que intentará modificar nuesta Constitución, pero las calles será el último recurso antes de permitir su reelección.
Por lo pronto lo que necesita es dinero para seguir manteniendo su proyecto de regalar dinero a cambio de votos, pero habrá que realizar una revisión de la deuda pública del país para darnos cuenta de lo que pretende hacerle a los mexicanos de todas las latitudes. La deuda pública del país, con los datos de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, desde la salida de Enrique Peña Nieto, los informes mensuales indican que la deuda pública desde noviembre del 2018 era de 10.7 billones de pesos.
A treinta y seis meses de gestión de Andrés Manuel López Obrador, la deuda pública asciende a trece billones de pesos. Y eso quiere decir que Andrés Manuel Lopez Obrador, a treinta y seis meses de su gestión, ha incrementado la deuda pública en dos punto tres billones de pesos. Y eso también quiere decir que nos endeudamos por mes sesenta y seis mil ochocientos ochenta y ocho millones ochocientos ochenta y ocho mil pesos. Si se divide por mes, podemos decir que nos endeudamos con dos mil ciento veintinueve millones seiscientos veintinueve mil seiscientos veintinueve millones de pesos.
Si ese mismo ejercicio se realiza por cada hora del día, quiere decir que nos endeudamos con ochenta y ocho millones setecientos treinta y cuatro mil pesos. O sea que por cada hora qué pasa, Andrés Manuel López Obrador nos endeuda con ochenta y ocho millones setecientos mil pesos. Pero lo peor de todo, es que ni siquiera sabemos a dónde va a largar ese dinero. ¿Al bolsillo de sus hijos? Claro que si, pero también al bolsillo de todos los que participan en esa mal llamada Cuarta Transformación que son una bola de ladrones todos, comenzando por sus propios hijos.
¿Y para que también se necesita el dinero? Para la compra de conciencias cuando de intentar después de la Revocación de mandato la compra de voluntades para que Andrés Manuel López Obrador pretenda quedarse en el poder. Bien decía Álvaro Obregón, ““nadie aguanta un cañonazo de cincuenta mil pesos” y seguramente los calmados de ahora serán en millones de pesos, porque para eso servirán los endeudamientos de los que hemos platicado en esta colaboración. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.