Sin lugar a dudas la seguridad pública en este país no es más que una quimera, es decir, un sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se
anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice. O al menos eso nos están haciendo creer quienes por desgracia nos están gobernando, porque hasta ahora la teoría de “los otros datos”, que nunca ha sido comprobada, es la que se ha impuesto por iniciativa presidencia, y ha sido adoptada por los miembros del partido en el poder como la principal estrategia para explicar lo inexplicable.
La doctrina de “los otros datos” que impulsara el Presidente de la República como una forma de desmentir las evidencias de sus más acres dislates, es ahora una verdad irrefutable en cualquier espacio simplemente porque él lo dicta y determina, aunque muy a su pesar los los demás integrantes de la mal llamada Cuarta Transformación lo tendrán que asumir como una verdad irrebatible pese a que la ciencia y el razonamiento señale otra circunstancia. Lo peor de todo esto es la forma cínica en que pretenden evadir nuestra lamentable realidad.
En Michoacan fusilaron a diecisiete personas, llegaron los integrantes de uno de los grupos de sicarios que existen en la región a una presunta fiesta o reunión, simplemente los sacaron, los formaron contra la pared, y dispararon indiscriminadamente contra ellos. Observar el video del hecho ha sido lamentable para este país, pero quizás lo más lamentable es la estupidez y la mendicidad humana como la que mostró el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla quien en un simple y displicente acto, señaló que él tenía otros datos. La estupidez del Presidente de la República para desestimar esa lamentable realidad que hasta ahora nos ahoga en un mar de violencia por todo el país es ahora una doctrina entre aquellos que pretenden evadir culpabilidades negando realidades.
Andrés Manuel López Obrador es el más sangriento y pasivo gobernante que al abdicar de perseguir al crimen organizado ha provocado innumerables muertes a lo largo y ancho de este aún maravilloso país, y que hasta ahora está a merced de las bandas delincuenciales porque entregan enormes cantidades de dinero tanto a las organizaciones policiales como a los mandos del Ejército Mexicano. Podrán decir muchas cosas por esta sustentada que hago, pero de no ser así, ¿cuál es la explicación de toda esta violencia que estamos soportando?
No existe esa explicación más que la patente de corso que tienen los delincuentes de todas las latitudes para hacer lo que les venga en gana, porque si no se les molesta ni con el pétalo de una orden de aprehensión, ¿cómo se va a atrever a combatirlos? La orden presidencial es tajante: “no habrá persecuciones y los ciudadanos tendrán que cuidarse solos. Así de simple nuestra lamentable situación. Lo digo con todas sus letras: Andrés Manuel López Obrador tiene ligas con los carteles y las bandas del crimen organizado.
Por eso no les persigue y los tolera. Cuando el gobernador Ramírez Bedolla señala que tiene otros datos, al igual que el demente de Palacio Nacional, estamos ante la más perversa estrategia de cohabitación con el crimen organizado. El video es patético, los formaron y los masacraron, y aunque el idiota de Palacio diga que si no hay cuerpos no paso, ahora tendremos que aceptar que la matanza de Ayotzinapa tampoco paso porque hasta ahora no hay cuerpos. Lo peor de todo esto es observar que alguien está retirando la sangre con una manguera de presión para deshacer cualquier evidencia. Lo peor que le pudo haber pasado a este pueblo se llama Andrés Manuel López Obrador y su mal llamada ““Cuarta Transformación”. Pero si de algo podemos tener la seguridad, es de que tendremos la satisfacción de ver al Primer Presidente de la República en la Cárcel. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.