Sin lugar a dudas cada quien cosecha lo que siembra, y eso es lo que ha provocado que los mexicanos nos odiemos unos a los otros a causa de la siembra
del odio que ha venido realizando Andrés Manuel López Obrador desde que inició su periplo por todo el país colocando a unos contra otros. Esa fue la ecuación que le resultó la llegada al poder, porque erosionó la credibilidad de los partidos políticos y aglutinó a los mexicanos en dos grandes bloques que competían por ver quien destilaba más odio y quien alcanzaba el poder.
Hoy por desgracia este país padece de un rompimiento social a causa del profundo encono que Andrés Manuel López Obrador se dedicó a sembrar en cada plaza de cada población en las que arengaba a los lugareños a través de esas campañas de las que se convirtió en especialista, separando a unos de acuerdo a la circunstancia del lugar y siempre con la finalidad de convertirse en el hombre que todo lo arreglaría y que todo solucionaría. Por desgracia le creyeron, y este país está en estos momentos al borde de la tiranía.
Al Presidente de la República no le gusta que los periodistas reseñemos sus constantes yerros y mucho menos que señalemos los excesos cometidos por sus huestes, porque de lo que se trata es de que no existen relatos y evidencias documentales de la forma tan despreciable en que se ha burlado de los mexicanos, a quienes prometieron muchas cosas, y hasta ahora ninguna de ellas ha podido capitalizar porque ese no es su proyecto, sino alzarse como dueño del México que hemos construido los mexicanos durante cientos de años.
Sin lugar a dudas, el principal enemigo que identifica al Presidente de la República es el gremio periodístico, a sus integrantes ha colocado como blancos para que sean asesinados por el crimen organizado, del que por desgracia para este país el principal jefe es el propio Andrés Manuel López Obrador. Hoy tenemos para desgracia de los mexicanos una realidad que nunca pensamos fuera a ocurrir, ni siquiera en los tiempos de la tiranía tricolor, y que no es otra cosa más que un régimen cimentado en la cohabitación entre el Estado, y su más alta degradación que es el narcotráfico.
El Presidente de la República reclutó a miembros de la comunidad vasca muy cercanos a la organización terrorista Euskadi Ta Askatazuna, esa que ha llevado por mucho tiempo el acrónimo de ETA, cuya principal misión es el establecimiento de diversas células en todos los rincones del país para asesinar a quienes se opongan a esa tiranía de la que tanto se ha hablado, y que por desgracia hoy está muy cerca de nosotros. Para decirlo más claro, para cimentar esa tiranía a la que tanto aspira el inquilino de Palacio, requiere de un cuerpo armado que se mantenga en el clandestinamente para sembrar el terror entre quienes necesitaron abrazar al periodismo como profesión.
Esa es la explicación de él por qué tantos periodistas agredidos y asesinados por controvertir las decisiones que desde la cúspide del poder se toman de manera caprichosa, y de acuerdo al humor y el momento en el que el pretendiente de tirano se encontró. México está al borde del colapso, pero los mexicanos debiéramos pensar en que momento se incrementará la represión de las ideas y donde comenzarán los crímenes por parte de ese narco Estado que tiene como principal comandante, ese hombre que tiene las manos llenas de sangre de periodistas, y cuya mayor aspiración es implantar la tiranía populista en este país. ¿Hasta cuando mexicanos? Al tiempo.
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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.