¿La pregunta que muchos se hacen en este país es: ¿qué es la popularidad? Y la respuesta no es otra cosa que la aceptacion
y fama que tiene una persona o una cosa entre la mayoria de la gente. Y eso quiere decir que esa fama lleva intrínseca la circunstancia de que se reconozcan las cualidades de una persona o una cosa, o los actos de una persona, por mucha gente y de que se hable de ellos. También se valora la opinión, idea o con esto que la gente tiene sobre una persona o cosa.
Para decirlo más claro, hasta ahora nadie ha escrito un tratado acerca del fenómeno de la popularidad porque no es fácil diferenciar esa circunstancia de la fama o del reconocimiento a las tareas que cada uno desempeña. Para decirlo más claro, la popularidad se distingue cuando un individuo, o varios de diversos grupos sociales, sobresalen entre los demás. Pero también habría que hacer una categorización para clasificar las diversas formas de la fama y de la propia popularidad que vemos entre los afamados miembros de la sociedad, las artes, la música y la política.
Sin lugar a dudas, Andrés Manuel López Obrador ha sido uno de los individuos más afamados de la historia de este país por sus dislates, por sus marchas, por sus críticas a los gobiernos, y quizás ahora por la ineficiencia de ese cuerpo que ha denominado el mismo “La Cuarta Transformación”, que hasta ahora ha fracasado porque ni ha transformado a este país, y siguen las mismas prácticas de antaño que hasta ahora no hemos terminado de visualizar porque las promesas de antaño no tienen nada que aportar a la circunstancia actual del país.
No es lo mismo la fama que la popularidad, porque el hecho de que una persona tenga reconocimiento por sus cualidades personales, no significa que sea un elemento que aporte algo positivo a la comunidad. Ahí tenemos en el llamado Jet Set varios miembros que tienen fama, pero por la dilapidación de la riqueza y por mantener un alto estatus en cuanto a la posición económica, pero que en realidad no aportan mucho a la sociedad y menos a los avances científicos y sociales.
Ser popular no significa que alguien sea útil a esa sociedad en la que se desarrolla, por el contrario, en la mayor parte de las ocasiones los saldos son negativos a causa del disímbolo comportamiento personal de cada quien. No es lo mismo una estrella deportiva que un referente de la alta sociedad, aunque en el calificativo ambos tendrán una fama pública que los distingue y en muchas ocasiones los epiteta. No es lo mismo un escritor que un intelectual, aunque ambos tendrán la fama que les otorgan sus publicaciones acerca de su conocimiento y destreza.
Pero existen circunstancias que pueden concatenar la fama con la popularidad, y no es esos raros casos lo ha protagonizado Andrés Manuel López Obrador, quien alcanzó la fama por su radicalismo, y la popularidad por sus promesas de encabezar a un México distinto al que nos diseñaron quienes fueron sus antecesores. Aun así, como dicen por ahí, en la diferencia está el éxito, y hasta ahora no hemos conocido todavía ese éxito que tanto nos prometió el tabasqueño, quien sigue siendo un hombre popular, pero a quien se le terminó la peculiaridad del éxito. Hoy lo tenemos que lamentar sin lugar a dudas. Al tiempo.
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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.