Por desgracia estamos viviendo días aciagos y momentos espeluznantes que nunca imaginamos que padeceríamos, porque nuestro sistema de defensa
era funcional y los delitos se pagaban por quienes los cometían pasando muchos meses en las cárceles públicas de todo el territorio nacional. Por desgracia, desde la llegada de eso que se ha denominado la Cuarta Transformación, este país ha venido padeciendo cambios que nunca antes imaginamos porque ahora las leyes no funcionan, sino las voluntades de quienes encabezan el gobierno.
Para decirlo más claro, desde que Andres Manuel López Obrador comenzó a realizar actos fuera de la ley sin que se le impusiera algún castigo de por medio, el entramado constitucional comenzó a ser violentando y vulnerado porque era más fuerte la presión de los grupos organizados que la implementación de las leyes por parte de los cuerpos policiales y las estructuras legales que garantizaban el estado de derecho y el cumplimiento de la norma jurídica, principalmente la Constitución Mexicana.
Hoy por desgracia la vigencia del estado de derecho no es más que una lacerante realidad porque la estructura gubernamental que ha impuesto el movimiento de Regeneración Nacional en todo el país no es más que la imposición de quienes detentan la mayor parte del gobierno y que tur en el estado de derecho de acuerdo a sus muy particulares deseos y fines políticos, sin que hasta ahora las oposiciones hayan logrado siquiera detener la intentona comunista que se cierne para someter a todos los mexicanos a los designios de Andrés Manuel López Obrador.
Para decirlo más claro, esa patria que durante tantos años hemos venido construyendo está al borde de la extinción ante la intentona comunista de implantar un régimen oscurantista, cuyas principales leyes sean producto de las ocurrencias del inquilino de Palacio Nacional, quien hasta ahora dispone arbitrariamente de los caudales públicos y de las estructuras gubernamentales para construir un nuevo sistema político, en el que un solo hombre es quien decidirá el destino de los más de ciento veinte millones de habitantes de este país.
Andres Manuel López Obrador seguirá empecinado en controlar todo el entramado Constitucional para colocarlo al servicio de su proyecto de gobierno, que no es otra cosa que la implantación de un régimen populista en el que solamente la voluntad de quien encabeza el gobierno será la guía de las tomas en las decisiones para mantener de rehenes a la mayor parte de los mexicanos empobrecidos y dependientes de las dádivas para sobrevivir. Por desgracia el proyecto sigue adelante y lo peor de todo es que lo seguimos permitiendo.
Mexico tiene una gran historia que ha moldeado con diversas luchas a través de su devenir histórico, y aunque se pretenda aviesamente detener esa marcha de las libertades públicas e individuales, los mexicanos han comenzado a reaccionar y a condenar la intentona comunista que pretende encabezar Andres Manuel López Obrador. Muchas cosas tendremos que hacer para preservar nuestras libertades y nuestra iniciativa de mantener a la patria incólume ante la finalidad inmediata de implantar una dictadura en la cual se conculcarían nuestras libertades. Reacciona mexicano. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.