Comienza la cuenta regresiva para el Presidente de la República. De lo mucho que prometió en sus periplos por todos los rincones del país,
solamente quedan las promesas fallidas, como aquella afirmación de que podríamos tener una vida mejor, como en el Primer Mundo. Y lo peor es que uno de los elefantes blancos que le darán identidad a su presunto legado será sin duda alguna la edificación del capricho de hacer un nuevo Aeropuerto en La Base Aérea de Santa Lucía, que hasta ahora ha sido un completo fracaso, pese a la enorme inversión que presuntamente se realizó y que sigue abandonado.
Uno de los elementos más importantes de una estrategia de gobierno tiene que ser el sembrado de proyectos de obras durante los primeros tres años de gestión, con la finalidad de que en la segunda parte del sexenio se puedan palpar los resultados de la estrategia de gobierno a través de la satisfacción de los mexicanos. Por desgracia en el país las cosas no han ocurrido como desde las plazas públicas se prometía, porque es muy fácil señalar lo que se realizará en el futuro, pero muy difícil cumplir, y sobre todo cuando la improvisación es la constante y el dinero se destina al amasamiento de las fortunas sexenales que le otorgan identidad a cada sexenio.
Que bueno que la Primera Dama, doña Beatriz Gutiérrez Muller pida que los delincuentes lean un libro, pero que malo que nuestro sistema carcelario tenga autogobiernos de facto, porque ahí no mandan los directores, y mucho menos el Gobierno Federal, sino los principales capos de las bandas del crimen organizado. Para decirlo más claro, el sistema carcelario de este país ha sido entregado a la delincuencia organizada, como ha ocurrido con la mayor parte de las plazas de todo el país, lo que habla de una nueva forma de gobernar con la criminalidad asociada al Movimiento de Regeneración Nacional.
Por otra parte, la evidencia de los malos trabajos realizados por el gobierno actual se dio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando apareció un socavón en una de las pistas, lo que evidencia la mala calidad de los trabajos y los graves problemas de utilizar materiales de baja calidad, y lo que confirma que poco le interesa la vida de los mexicanos a quienes encabezan las esferas gubernamentales. Sin lugar a dudas este país nunca ha tenido buenos gobiernos, pero también hay que señalar que nunca vivió en la zozobra como ocurre ahora con los gobiernos de la mal llamada Cuarta Transformación que debiera cambiar su nombre a la “Cuarta Devastación”.
Insisto, la cuenta regresiva está presente, y los hechos muestran y demuestran que hasta ahora el fracaso es la constante en la gestión de Andrés Manuel López Obrador. Y por desgracia será una de las etapas más obscuras del devenir histórico de los mexicanos, porque la rendición de cuentas ha sido una reverenda marranada intentando justificar lo injustificable de los fracasos gubernamentales, y las elevadas cuentas que se han presentado con el “gobierno de la austeridad”, que no ha sido más que una pandilla de saqueadores encabezada por el mayor ladrón de la historia patria.
Pero no hay mal que dure cien años ni pueblo que los aguante, según señala el adagio popular, y creo que los mexicanos debiéramos estar preparando los elementos legales para cobrar las afrentas a esta caterva de saqueadores en que se han convertido aquellos quienes desde las trincheras de la izquierdas mexicanas despotricaban contra quienes integraban los gobiernos anteriores, y que por desgracia hemos probado y comprobado que él saqueo organizado por los miembros de la “Cuarta Transformación” ha sido el más cuantioso y grave de toda la historia de este país. ““Ni perdón ni olvido” señalaban en sus arengas callejeras, y eso es lo que debemos exigir los mexicanos del gobierno más impune y ladrón de la historia patria. Así de simple. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.