Mientras los integrantes del Instituto Nacional Electoral agradecen a los mexicanos la multitudinaria participación ciudadana
en defensa de la democracia y la institucionalidad electoral en el país, el presidente de la República no termina de digerir el entripado que le provocó la movilización ciudadana en todos los rincones del país para apoyar al Instituto Nacional Electoral como garante de la democracia y la estabilidad social. Como siempre, volvió a amenazar con seguir intentando modificar la legislación electoral.
Y es que la principal necedad surge de su empecinamiento por mantenerse en el poder como lo han hecho los mayores sátrapas del Continente, que hasta ahora mantienen muertos de hambres a sus habitantes haciéndolos depender de las dádivas que les proveen para medio comer y vivir encerrados porque el trabajo escasea o no existe, porque de eso se trata el populismo: empobrecimiento generalizado, dádivas de sobrevivencia, y control estricto de la vida de los habitantes a partir del racionamiento de alimentos que son utilizados como moneda de cambio siempre y cuando se mantengan sumisos y obedientes.
Sin lugar a dudas Andres Manuel López Obrador recibió una “sopa de su propio chocolate”, pero esto no será suficiente para doblegarlo porque tiene a su merced el dinero de los mexicanos para seguir intentando mantener el control de nuestras vidas con la única finalidad de mantenerse indefinidamente en el poder, porque de eso podemos tener toda la seguridad después de observar la forma en que Nicolás Maduro fue protegido en su visita y se tuvo que quedar en Palacio Nacional para que no sufriera algún improperio de los diputados.
Y hay que decirlo con todas sus letras, el presidente de la República volverá a intentar mantener el control de la Camara de Diputados porque en ello le va la viabilidad de su proyecto de eternizarse en el poder, y podemos tener la seguridad de que no cenara en su empeño. Para decirlo más claro, en el siguiente año y medio que le queda de mandato al frente de este país, poco le importará derramar sangre de mexicanos con tal de imponer su tiranía populista, y echará mano del pacto que mantiene con los carteles de la droga para alcanzar su más Preciado anhelo: convertirse en dictador.
En otro de sus momentos de odio con la gran mayoría de los mexicanos, le dio por emitir una sentencia cargada de odio dirigida a las aspiracioncitas, a los fifis y clasistas, lo que nunca ocurrió. Para decirlo más claro, el tirano ha dejado escondida en el closet de Palacio Nacional y ha dejado que los mexicanos veamos en todo su esplendor el rostro del tirano, del hombre que guarda un brutal odio a quienes no se han sujetado a sus disposiciones, y a los que nos hemos opuesto a su empecinamiento de mantenerse en el poder. Lo previsible es que la valentía de la sociedad civil siga manteniendo presencia, y del otro lado estará sin lugar a duda el rostro del tirano cargado de odio.
Los mexicanos hemos dado una muestra de valentía y amor por nuestro país, y no podemos echarnos atrás porque nuestra mística histórica ha sido luchar contra la injusticia y los excesos del poder, y esta vez no será la excepción, porque se trata de defender el futuro de nuestros hijos. El tirano ha fracasado por el momento, pero podemos tener la seguridad de que seguirá intentando concentrar todo el poder del Estado en su persona. Aún quedan muchas batallas que tendremos que encabezar, y la mejor muestra de nuestra cohesión social la pusimos en todas las calles de todas las ciudades de este maravilloso país. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.