No han podido minimizar la hazaña ciudadana que les dio una muestra de aversión a sus malditas ganas de quedarse
indefinidamente en el poder. El mensaje de los mexicanos fue rotundo, y por mucho que haya pretendido seguir epitetando a los asistentes, mostró su pequeñez y su ignorancia de la historia de este país que durante su devenir histórico ha tenido que sortear la infinita mendicidad de quienes a través del poder han pretendido saciar sus más recónditas ansias de permanencia en el ejercicio despótico del poder.
Nunca antes habíamos visto el fervor con el que los mexicanos encabezaron el reto de hacer que el inquilino de Palacio Nacional entendiera que cuando se termine su mandato se ira a su rancho, ese que tanto ha mencionado y que seguramente ha sido producto de sus triquiñuelas cuando extorsionaba a los gobernantes de todo el país, con tal de no dirigir sus arengas contra ellos. Así lo acostumbró siempre, porque ese era su modus vivendi, y pronto entendió que ese era su mayor negocio para tener fondos a su disposición.
Hay quienes pretendieron minimizar las distintas movilizaciones que se realizaron en todo el país, pero la evidencia documental y fotográfica los ha desnudado. El esperpento de mujer que es Claudia Sheinbaum, y presunta candidata a suceder al inquilino de Palacio, también fue avasallada por el enojo de los mexicanos de todas las latitudes de este país, y donde quiera que pretenda mencionar siquiera sus bastardeas aspiraciones para suceder al inquilino de palacio, seguramente recibirá el amplio rechazo de los ciudadanos.
La mal llamada Cuarta Transformación ha sido destruida por el fervor patrio de los mexicanos, esos que hemos estado dispuestos siempre a defender al México que durante tantos años hemos construido con nuestro cotidiano trabajo, y a seguir engrandeciéndolo con la mística de la unidad ante las ambiciones de una casta de desadaptados que llegaron al poder y se han dedicado simplemente a servirse de los caudales públicos para almacenar enormes fortunas con la cantaleta de que no son corruptos.
Para decirlo más claro, el hombre más corrupto de la historia de este país se llama Andres Manuel López Obrador, quien ha almacenado una brutal fortuna producto de sus extorsiones a los gobernantes de todo el suelo patrio. Y la mejor muestra de ese montaje de honestidad con el que ha engañado siempre se ha caído después de mostrar y demostrar las evidencias de que sus hijos gozan de cabal riqueza y de lujos en el extranjero, y desde luego que esa enorme riqueza ha sido producto de sus extorsiones, y después de lo que se robó en el Gobierno de la Ciudad de México, y ahora desde Palacio Nacional.
Pero también habrá que señalar que el presidente de la República es un hombre empecinado en alcanzar sus propósitos, y cuenta para ello con una pléyade de hombres y mujeres dispuestos a todo con tal de satisfacer las ansias totalitarias del inquilino de Palacio Nacional, quien en lo que resta de su mandato intentará de nuevo cambiar la letra de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para permitir alargar su mandato o bien modificar el texto para una posible reelección. El corrupto ha evidenciado su maldad y su encono. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.