Sin lugar a duda la historia coloca a cada uno en el sitial que merece por los hechos que haya protagonizado y los resultados
que haya obtenido. Hasta ahora quién ocupa el sitial de Presidente de la República ha sido uno de los peores mandatarios en la historia patria, y por desgracia va que vuela para ocular el sitial del peor. Aquel que tanto pregonara que con su llegada se terminaría la corrupción que tanto lastimaba al país, se ha convertido en el más corrupto de la historia.
Los hechos así lo demuestran, la discrecionalidad que evidencia todos los días para satisfacer sus caprichos personales con el dinero de los mexicanos es cínica y ofensiva, y aunque no le gusten las críticas que muchos periodistas seguimos realizando acerca de su desastrosa gestión, la valentía de mis compañeros está de por medio en los diferentes sistemas de comunicación que existen a través de las redes sociales, y hasta ahora han mostrado evidencias de los cuantiosos hurtos del dinero público no tan solo del Presidente, sino de todos sus presuntos colaboradores.
El cinismo es brutalmente ofensivo al entendimiento de los mexicanos, y eso quiere decir que ya ha perdido la vergüenza. Señalar en la mañanera que el constructor Rioboo, esposo de la cuestionada ministra Yasmín Esquivel, por cierto, accionista de una Universidad Privada, ha sido uno de los mejores estructuralistas de la Ciudad de México, es reconocer que sus caprichos durante su sexenio al Frente del gobierno de la Capital de la República se convirtieron en jugosos negocios que le permitieron gastar dinero a manos llenas para alcanzar el poder Presidencial.
En lo personal diré que en mis casi cincuenta años de hacer periodismo nunca había visto a un Presidente de la República tan mentiroso, asesino y estúpido como el merolico mañanero que hace publicidad de un gobierno de engaños y de múltiples negocios que le han otorgado una inmensa fortuna a la triplete de hijos que descaradamente son poseedores de varias cajas fuertes en diversos bancos de Houston llenos de millones de dólares, y enormes bóvedas bancarias en los paraísos fiscales árabes, donde usted podrá suponer cuánto es lo que poseen.
Sacar un billete de cien pesos para decir que se vive en una librea franciscana que se lo crean los estúpidos, porque hasta ahora ha demostrado una brutal forma de hurtar los caudales públicos como nunca lo hicieron cualquiera de los mandatarios anteriores. El mayor ladrón de la historia patria ha sido sin duda el actual inquilino de Palacio Nacional, pero como dicen por ahí, los pueblos tienen los gobernantes que merecen, y por desgracia pagamos justos por pecadores.
Si en este país existe la justicia, Andres Manuel López Obrador terminará sus días en la cárcel al igual que sus hijos que han sido los operadores para sacar del país la riqueza que le han robado a esta Patria tan alicaída a causa del peor gobierno que hayamos tenido en la historia reciente. Para decirlo más claro, ninguno de los anteriores mandatarios fue tan cínicos para hacer el mal como lo ha hecho el actual Presidente, y lo peor es que amparado en su incorruptible perorata diaria, ha saqueado las arcas públicas como nunca lo hicieron sus antecesores. Pobre país, pobres mexicanos, que también se tienen que tragar la versión de que los muertos en los accidentes del Metro fueron culpables de su propia desgracia. Pobre México. Pobres mexicanos. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.