Odios y desencuentros en la 4T

Gibrán Ramírez, periodista, politólogo, y miembro del Movimiento de Regeneración Nacional. con treinta y tres

años de edad, escucho el canto de las sirenas y se adhirió al Movimiento de Regeneración Nacional porque estaba convencido de que la llamada Cuarta Transformación sería el parteaguas para generar un cambio de régimen, y establecer bases sólidas para la edificación de un nuevo modelo de gobierno, más cercano a los mexicanos. Fue uno de los jóvenes que mayormente apoyaron al actual presidente de la República, pero como siempre ocurre, las decepciones de un gobierno totalitario lo hicieron alejarse del proyecto en que confió y se adhirió.

En una plática que mantuvo con el publicista y opositor a la mal llamada Cuarta Transformación, Carlos Alazraky, dejó en claro cuál es su percepción del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y señaló que una vez que comenzó el gobierno de la Cuarta Transformación, la forma en que comenzó a acercarle al entorno familiar del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, informacion acerca de las políticas públicas que deberían ponerse en funcionamiento, así como diversos casos de corrupción que resultaban evidentes.

Lo peor de todo es que declaró que las estrategias políticas del Movimiento de Regeneración Nacional fueron pagadas con dinero de los diversos programas del “Bienestar”, pero la decepción vino cuando observó la forma discrecional en que se manejaba el dinero público para las campañas políticas, y en ocasiones cuando le mencionaban que tenía que ir por unas maletas para pagar a los activistas del movimiento, estaban llenas de dólares, lo que lo sorprendió como se sorprendería cualquier persona que tuviera que disponer de ese dinero.

Y esto habla de la forma en que se manejan los dineros que corresponden a todos los mexicanos, porque de la forma más vil y corruota, el propio Presidente dispone del dinero de todos los mexicanos, lo que habla y confirma la forma en que sus hijos han adquirido una cuantiosa fortuna que esconden en diversos paraísos fiscales, y esa circunstancia también confirma la verdad que se ha difundido acerca de la estadía de su hijo mayor en Houston, en la afamada “Casa Blanca”, donde se realizaban negocios con el petróleo que pertenece a todos los mexicanos.

Y esta circunstancia habla de la preponderancia del trabajo de los hijos presidenciales, quienes se han distinguido por encabezar los negocios turbios que se realizan desde el poder, y aunque se pretenda negarlo, desde las esferas oficiales de la Presidencia de la República se han enviado enormes cantidades de dinero a los paraísos fiscales de la que disfrutarán no tan solo los hijos, sino el mismo Mandatario cuando termine su encargo. Para decirlo más claro, el principal elemento para el saqueo de las arcas públicas, ha sido el propio Presidente de la República.

Y esta circunstancia habla de la perversidad de quien por ahora encabeza el inquilino de Palacio, cuyo discurso sigue siendo el de esa honestidad que tanto menciona en sus mañaneras, y que por desgracia un gran número de mexicanos ya no le creen, después de que los medios de comunicación han comenzado a desentrañar el misterio de la forma en que se han enviado grandes cantidades de dinero a paraísos fiscales, que son detentados y manejados por los hijos del Primer Mandatario. Para decirlo más claro, Andrés Manuel López Obrador no es como sus antecesores, es el peor Mandatario y el mayor ladrón de los caudales públicos. Así de simple. Al tiempo.

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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.