Sin lugar a duda existen dos elementos que cuando convergen en los intereses del capital y del poder, el desastre está
a la vuelta de la esquina. Y esos elementos son nada más y nada menos que “impunidad y complicidad”, y por lo regular convergen en la toma de decisiones en las distintas esferas de la operación gubernamental. Y no es difícil entenderlo cuando el mismo Sistema Político Mexicano ha dado diversas muestras de ello. ¿Quiénes operan el sistema? Los gobernantes, ¿quienes reciben los beneficios económicos del sistema? Los gobernantes. ¿Quiénes son los dueños de la corrupción? Los gobernantes.
Así de simple la ecuación que hasta ahora hemos venido padeciendo desde que nos independizamos. Y seguirá durante mucho tiempo más porque si algo han mostrado los distintos mandatarios es que la corrupción ha sido su mayor valor antes que el bienestar de los mexicanos. Y también es preciso señalar que uno de los mandatarios más corruptos ha sido aquel que tanto pregonó su ““Honestidad Valiente”, y después de alcanzar el poder se convirtió en uno de los hombres más corruptos de la historia.
¿Cuántas veces nos preguntamos de donde salían las grandes cantidades de dinero que utilizó Andres Manuel López Obrador durante su periplo por todos los rincones del país? Y la respuesta siempre ha sido la misma: de los actos de corrupción protagonizados por empresarios y políticos que “aportaban a la causa” de aquel que recorría el país sembrando el odio y acusando a diestra y siniestra a los demás porque él se presentaba como el más puro de los hombres y El Salvador de la patria.
Por lo pronto el presidente de la Republica vuelve a estar en el ojo del huracán después de que el defensor del Mayo Zambada filtrara que este personaje ministraba recursos a quien ahora detenta el poder, lo que desde luego puso de malas al inquilino de Palacio Nacional quien utilizó su espacio mañanero para deslindarse de las acusaciones que mientras no se prueben no habrá investigación. Y claro que el presidente de la Republica levantó la voz para defenderse, pero han sido tantas las voces que han señalado su complicidad con personajes de dudosa reputación, que siempre queda la duda en los mexicanos.
La realidad indica que para realizar una concentración de cien o quinientos asistentes se requiere de mucho dinero, porque se paga el día, el traslado, los alimentos, las pancartas, el podium, el sonido y hasta la publicidad. López Obrador realizaba en sus recorridos por el país de dos a tres mítines, y curiosamente nunca existió una contabilidad porque siempre afirmaba que los propios asistentes sufragaban los gastos. Y claro está que nadie creyó esas mentiras, pero nos acostumbramos al hecho y ahora padecemos los negros resultados de un gobierno carente de resultados.
Lo peor de todo es que ahora tenemos un sistema económico que se ha asociado a la delincuencia, porque hasta los grandes capos se han descarado a causa de esa cohabitabilidad que han mantenido con el poder a cargo de Andrés Manuel Lopez Obrador. Las presuntas afirmaciones del hermano del Mayo Zambada han sido dirigidas al presidente de la República, y la pregunta que siempre nos hemos hecho los mexicanos es: ¿porque tantas veces ha visitado Badiraguato y las zonas aledañas el presidente de la República? Porque hasta ahora nadie conoce donde se encuentra Ismael Zambada, el afamado “Mayo”. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.