Sin lugar a duda cuando un Mandatario decide colocar a una iletrada en un encargo como lo es la Secretaría de
Educación Pública, (SEP) es porque no existe otra finalidad que la de hurtar los caudales públicos de la dependencia, como lo ha hecho en diversas partes del esquema gubernamental. Si de incrementar el nivel educativo de este país, la tarea sería encargada a alguien que entienda lo que se tiene que hacer para convertir a los niños y jóvenes de este país en un semillero que futuros hombres y mujeres de éxito por su apego al estudio, a la ciencia, o al menos que sean mejor preparados que las generaciones anteriores para comentar de una vez por todas la plataforma educativa de calidad como como siempre lo hemos deseado.
Pero esa iletrada a la que me refiero estuvo menos de cuatro meses en el encargo de SEP, y no se trata de denostar al Presidente de la República simplemente por molestarlo, sino para que los mexicanos sigamos entendiendo el cariz del hombre que hasta ahora mal conduce los destinos de este país al colocar a una mujer que ni siquiera sabe leer una oración de corrido y sin tropiezo porque el cerebro no le da para más, aunque también hay que señalar que pese a todo lo que digamos tiene otras virtudes, aparte de no entender ni la o por lo redondo, y mucho menos que se tiene que hacer para incrementar las habilidades de los hombres y mujeres que construirán el futuro de este país.
Y este lamentable episodio nos señala que por mucho que sigamos empecinados en que entienda el desastre de gobierno que encabeza, lo que menos le importa al presidente es que nuestros infantes sigan manteniendo esos altos niveles de conocimiento que por fortuna han sembrado y alcanzado maestros y maestras responsables y que aman lo que hacen. Para decirlo más claro, si una mujer que a duras penas sabe leer, y no hila sin apuntadores al menos cinco sílabas y Diez Palabras, es que su nivel intelectual nunca le otorgará la posibilidad de entender ni siquiera donde está parada.
Bien dicen por ahí, que “lo que natura non da, Salamanca no presta”, como lo señalará Don Miguel de Unamuno, quien ocupará el cargo de Rector de la Universidad de Salamanca. Y para los neófitos como Delfina Gómez y el propio presidente de la República, habrá que señalarles que el significado es: Algunas cualidades han de ser innatas, como inteligencia, aplicación, fuerza de voluntad y perseverancia. Y es que esas particularidades se las puede cultivar, pero no adquirir, ni siquiera asistiendo a un centro reputado como excelente.
Pero baste el ejemplo de un hombre que batalló durante quince años para sacar adelante su carrera profesional, y por desgracia hoy ese sujeto cuya principal virtud es la mentira, es quien encabeza al Gobierno de la República. Pero regresando con la Señora Delfina Gómez, hoy es una flamante candidata del Movimiento de Regeneración Nacional a la gubernatura del Estado de México, y eso habla del cariz presidencial, al que poco le importa el destino de los mexicanos. El problema es que Delfina Gómez se atrevió a gastar, por instrucciones presidenciales, la friolera de trece mil quinientos millones de pesos en el programa ““La Escuela es Nuestra”, pero la Auditoría Superior de la Federacion detectó anomalías como pagos duplicados y a personas fallecidas.
Pero el desastre no paró ahí, porque se realizaron depósitos en cuentas que nada tenían que ver con la Secretaría de Educación, lo que habla de la disposición del dinero de los mexicanos en los caprichos del presidente de la Republica. Es más, al Comite de una escuela en Chiapas le depositaron quinientos mil pesos a una cuenta bancaria a l registrada. Lo peor es que Delfina Gomez destino trece mil quinientos cuarenta y nueve millones de pesos en el programa La Escuela es Nuestra. Después pediría a loa diputados un incremento de treinta y dos mil millones de pesos. El Saqueo de las arcas públicas durante este sexenio ha sido brutal, aunque se siga diciendo que él es honrado, no cabe duda de que Andres Manuel Lopez Obrador ha sido el mayor ladrón de la historia de este país. Al tiempo.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.