Vaya que le dolió al presidente de la República, Andres Manuel Lopez Obrador, el éxito de la marcha convocada por la
sociedad civil, y hay que señalar que, pese a que intentaron generar una crisis ambiental desde el Campo Marte haciendo quemas con petardos para declarar una contingencia, la estratagema no le resultó a Claudia Sheinbaum, quien pensó que esa ocurrencia acallaría las voces de casi dos millones de hombres y mujeres que salieron a las calles para defender la democracia de este país y al Instituto Nacional Electoral.
El presidente de la Republica fue contundente al afirmar que quienes marcharon no quieren la transformación y quieren seguir robando. En lo personal a los únicos que conozco que han robado son Claudia Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, y los hijos de este, que son Gonzalo, José Ramón y Andres Manuel. Y lo digo porque para vivir en Houston sin nunca haber trabajado se requiere de mucho dinero, y no es que la esposa tenga riqueza, es que los hijos le arrancaron en una sola noche a los líderes petroleros más de treinta y cinco millones de dólares, y un avión que le ha servido al hijo mayor del presidente para viajar a los paraísos fiscales a depositar esa riqueza que han hurtado.
El Mandatario estaba tan enojado por el éxito de la marcha ciudadana, que explotó y señalo que quienes asistieron “no quieren la transformación, quieren seguir robando”. Pero yo le diría que no somos iguales, porque yo nunca le he robado nada a alguien, pero si de señalar a quienes si han robado se trata, no tengo más que voltear hacia la familia presidencial, de la que hasta ahora se conocen muchos episodios en los que han hurtado “bien y bonito”. Si el Mandatario quiere una reseña de los hurtos de sus “tribagos” con todo gusto le refrescó la memoria, y no se necesita mucho, simplemente él mismo tendría que hacer una llamada.
Decirle ladrones a millones de mexicanos que salieron a las calles a manifestarse, es algo inusitado en un presidente de la República, y lo único que ha mostrado durante su vida pública es que está acostumbrado a robar, hurtar y saquear, y eso habla de su enojo por haber osado darle una muestra de cohesión ciudadana ante sus dislates de que él puede hacer lo que le venga en gana porque es el mandatario. No señor presidente, no se equivoque, porque pudiera usted tener una sopa de su propio chocolate, las pruebas de sus excesos con el dinero público, como ha sido destinar recursos de los mexicanos para mantener los gobiernos tiránicos del sur del Continente, serán revisados en el futuro, ese que usted ha desestimado.
Calificar de hipócritas y clasistas a quienes tuvieron la osadía de marchar para decirle que no están de acuerdo con su presunta iniciativa de reforma electoral, habla de su talante autoritario, y tildarlos de ladrones, es lo peor que puede hacer un mandatario que se supone tiene como primera encomienda la armonización de la sociedad para alcanzar mejores estadios de bienestar. Sin lugar a duda Andrés Manuel López Obrador es lo peor que le pudo haber pasado a este país, y no se necesitan pruebas para confirmarlo porque el mismo, y sus principales colaboradores y amigos, se ha encargado de dejarlo en claro. Una pregunta: ¿ya pago Epigmenio Ibarra el préstamo de ciento cincuenta millones de pesos? Desde luego que no. Mira que volverse prestamista de sus amigos con el dinero de los mexicanos es no tener ni tantita vergüenza.
Su presunta política a favor del pueblo como él lo señala, no ha sido más que una de sus constantes mentiras, porque los indicadores señalan que los pobres en este país serán más de cincuenta y ocho millones de personas, y esto quiere decir que serán dos y medio millones más de personas que hace dos años, y más de seis millones que al principio de su mandato, así de simple, ha empobrecido a más de seis millones de personas hastabahora. Para decirlo más claro, el afamado ““Rey del Cash” ha sido el peor mandatario en los últimos cuarenta años, y las cifras están ahí para quienes quieran consultarlas. Para decirlo más claro, la estrategia gubernamental ha sido incrementar la pobreza con la finalidad de someter a las clases medias a la dependencia de sus programas sociales que en nada han servido a este país. Los mexicanos no somos ladrones, pero Andrés Manuel Lopez Obrador si lo ha sido, y lo ha sido toda su vida. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.