Bien señala el diccionario de la Lengua Española que el genocidio es la aniquilación o exterminio sistemático y
deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos. Pero también hay que señalar que la gran diferencia entre crímenes de lesa humanidad y el de genocidio es que el primero no observa al conjunto como grupo nacional, sino como individuos que sufrieron la violación de sus derechos individuales. Y en este país está circunstancia la hemos vivido y la hemos aborrecido.
Habrá que señalar que hasta trescientos mil niños al año reciben un diagnóstico de cancer en todo el mundo, y en este país por desgracia se presentan más de dos mil muertes al año por el cancer infantil. Según las estadísticas cada cuatro horas se estima el fallecimiento de un niño con esa enfermedad y el diagnóstico e iniciación tardía o suspensión del tratamiento pueden significar la muerte. El cancer es una de las principales causas de mortalidad mundial en niñas, niños y adolescentes. En este país se presentan cerca de dos mil muertes al año por cancer infantil.
Por desgracia al inicio del gobierno de Andres Manuel López Obrador pudimos constatar que cuando la mendicidad humana acompaña a un gobernante, el saldo siempre será sangriento. Y lo hemos vivido y padecido en estos últimos años. Durante el desabasto de medicamentos para los niños con Cáncer durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fallecieron más de mil seiscientos niños que padecían el horror de tener cancer, y por desgracia murieron porque el presidente de la Republica se negó a comprar los medicamentos necesarios.
Ni que decir de la circunstancia del coronavirus. Por si usted no lo recuerda, el presidente de la República nos aconsejaba en sus conferencias mañaneras que nos abrazáramos, porque no pasaría nada, que todo estaba controlado, que la pandemia no nos afectaría. Hoy por desgracia tenemos que lamentar la muerte de trescientos treinta y tres mil seiscientos diecinueve decesos producto de la estupidez del inquilino de Palacio y su infinita ignorancia, o mendicidad como usted puede llamarle.
Lo peor de todo es que para ahorrar dinero en la compra de los antivirales, mando al titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon a solicitar a algunos países europeos que nos regalaran vacunas para comenzar a inocular a los mexicanos. Las cifras están ahí, y si de algo podremos acusar a quien por ahora detenta el poder, es de genocidio consentido desde la Presidencia de la República. Sin lugar a dudas el inquilino de Palacio es un hombre carente de la mínima piedad para quienes están en grave peligro de perder la vida, ya que si tuvo la sangre fría para quitarle la vida a uno de sus hermanos, que podemos esperar los mexicanos.
En 2021 seiscientos cincuenta migrantes centroamericanos perdieron la vida intentando alcanzar el suelo americano. En 2022 fueron encontrados los cuerpos de ochocientos cincuenta y tres migrantes en los que hasta ahora es el año más mortífero en la historia de los cruces ilegales al suelo americano. Hace pocos días treinta y ocho migrantes murieron tras un incendio en las instalaciones de Migración en Ciudad Juárez, y le valió un comino al Presidente de la República. Sin lugar a duda López Obrador se ha convertido en un genocida pasivo, pero tendrá que rendir cuentas una vez que deje el encargo de presidente de la República. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.