Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador es un ente político muy sobre dotado. Pero por desgracia para los
mexicanos de todas las latitudes, siempre orienta sus decisiones a causar el mal. Todo el tiempo se la pasa destruyendo la concordia de nuestra sociedad tratando de dividirnos, de epitimarnos, de culparnos de todo lo malo que el mismo propicia, y que después se da baños de pureza porque todos queremos hacerle daño.
Y esa ha sido su estrategia todo el tiempo, culpando a los demás de lo que no puede hacer porque existen intereses aviesos que se colocan por encima de los intereses de el mismo, aunque después los disfraza como los intereses del país, y en algunas ocasiones como los intereses de la Patria, esa a la que acude cuando le llega el agua a los aparejos con sus dislates como uno de los peores gobernantes que hemos tenido. No sé qué pase por su mente, pero al paso que va se convertirá en uno de los mandatarios más odiados de la historia de este aún maravilloso país, cuyos ciudadanos observan un día sí, y otro también, la forma en que sigue y persigue su principal afán que no es otro que convertirse en un dictador. Por mucho que diga lo contrario los hechos que lo demuestran ahí están a la vista de todos los mexicanos.
De ahí su énfasis en dividirnos por aquella cita que señala “divide y vencerás” pero lo que no ha entendido el inquilino de Palacio Nacional es que por mucho que se afane en convertirse en un tirano, los mexicanos hemos hecho gala de ese estoicismo que hemos acumulado por los malos gobiernos que hemos tenido, aunque vale la pena señalar que este gobierno es por mucho el más destructivo de la historia.
México no merece la historia que Andrés Manuel López Obrador nos ha pretendido imponer, porque este es mucho país para un simple aventurero del poder al que le da placer causar daño a los demás. Pero sobre todo a quienes nos hemos opuesto a sus designios y que seguiremos haciendo nuestro trabajo periodístico con la misma intensidad, y hablando con la verdad, aunque no le guste al presidente de la Republica.
Insisto, México es mucho país para un verdulero del poder que piensa que nos vencerá simplemente porque tiene ínfulas de tirano, y aunque no le guste lo que hacemos los periodistas, y principalmente a quienes pidió nuestra salida de los medios en que trabajamos durante muchos años, por fortuna ahí están las redes sociales, y hasta ahora ha sido el único camino para dar a conocer las intenciones de perpetuarse en el poder. Entre más le afectan los males, más tiránico se ha vuelto. Pero no hay mal que dure cien años, y él durará menos de uno. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.