Para decirlo más claro: el mejor negocio son las compras o adquisiciones que se realizan en las entidades públicas y
que se pagan con el dinero público, es decir, con el dinero de los propios mexicanos, que somos los que pagamos impuestos, y esos impuestos son los que utiliza el gobierno para generar, como siempre señalan, riqueza desde la esfera estatal para que existan las condiciones para la generación de riqueza.
Pero da la casualidad de que en las compras públicas que se realizan es donde mayores cargas de corrupción se detecta. Y hasta ahora podemos señalar sin temor a la equivocación, que la administración pública sigue siendo el mejor negocio a través de las compras públicas, y que el diezmo sigue vigente y seguirá estando vigente ya que es la mina de oro en cualquier administración de cualquier esfera de gobierno. Por lo pronto, la Secretaría de Marina, Fonatur, y la Construcción del tren Maya, siguen siendo uno de los negocios más rentables para la adquisición de prebendas por parte de quienes se encargan de realizar el gasto programado y adquirir los presuntos insumos que se requieren para la continuidad de los trabajos que se les han encomendado. Para decirlo más claro, ahí es donde se realizan los mayores negocios del régimen actual.
Pero también ocurre en las administraciones estatales, y no son cualquier cantidad, porque las compras, las licitaciones, y las adquisiciones son las que mayores dividendos dejan, y por lo regular siempre se buscan lealtades a toda prueba, para que no existan recovecos por donde los negocios pudieran convertirse en un desastre, y los medios de comunicación lancemos una andanada de improperios producto de nuestra necedad de ver moros con tranchete.
Y cuando señalo lo de moros con tranchete, me refiero a la daga curva que siempre utilizaban los
combatientes desgarrando el estómago de los adversarios. Pero esa circunstancia guerrera también es un indicativo de que la administración pública siempre ha estado proclive al desgarramiento de los dineros públicos cuando de utilizar los argumentos suficientes para el pago del diez por ciento en las compras públicas.
La corrupción del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no tiene parangón por el momento, porque hasta ahora los niveles de corrupción en su gobierno son brutales, y por mucho que se afane en señalar que él no es corrupto, baste ver los negocios que han hecho sus hijos con el Tren maya, y el Aeropuerto Felipe Ángeles. Para decirlo más claro, por eso han señalado algunas revistas especializadas que el presidente mexicano es uno de los hombres más ricos del mundo. Así de simple nuestra circunstancia como país. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.