El decrépito y la señora Gálvez

Espero que mis pocos lectores recuerden aquella cita que expresara el presidente de la República, Andrés Manuel

López Obrador: ““Ofrezco a ustedes, señoras y señores Magistrados, así como al resto del Poder Judicial, a los legisladores y a todos los integrantes de las entidades autónomas del Estado, que no habré de entrometerme de manera alguna en las resoluciones que únicamente a ustedes competen. En el nuevo gobierno, el presidente de la República no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes. Así fueron las palabras que vertió Andrés Manuel López Obrador cuando fue investido como Mandatario. Pero como ya se convirtió en un anciano decrépito, ahora no se acuerda de lo que dijo, o más bien no quiere acordarse porque la realidad ya lo rebasó, y con mucho, y aquel que pretendía ser el mejor presidente de la Historia del país, hasta ahora está convertido en el peor de cuantos hayan estado encargado del Poder Ejecutivo. Pero no cantemos victoria, porque podemos tener toda la seguridad de que va a intentar todo lo que tenga que hacer con tal de que Xóchitl Gálvez no le gane a Claudia Sheinbaum.

Aunque de cualquier manera no creo que la Señora Sheimbaun levante siquiera un poco porque carece de simpatía, carisma, empatía, conocimientos, habilidades, aptitudes, actitudes, valores y hábitos. Y eso quiere decir que por mucho que pretenda transformar su perfil y comenzar a prepararse, lo que necesita es un cambio radical, y hasta la ayuda no de uno o dos consultores, por lo que bien haría es buscar a muchos de ellos para ver si algo se le puede pegar de todos los talleres que le hagan.

Pero habrá que señalar que la elegida del Prócer no da una, y que al paso que va, la derrota será brutalmente fatal para las aspiraciones de esa mal llamada ““Cuarta Transformacion”, y puedo tener la seguridad de que muchos que leen mis colaboraciones periodísticas estarán de acuerdo conmigo, porque si de algo carece la señora Sheimbaun es de ese carisma que se requiere para que la gente se fije en ti. ¿Y porque la hizo candidata Andres Manuel Lopez Obrador? Por razones sentimentales y familiares.

No me voy a meter en cuestiones personales de nadie, pero resulta evidente que la mayor parte de los mexicanos está enterado de que pie cojea la Señora Sheimbaun, aparte del tremendo gusto que tiene por el dinero de las arcas públicas, donde ha robado bien y bonito, y de la manera más indecente, y que hasta ahora ha sido una de las más encumbradas y poderosas miembros del círculo cercano del Presidente de la Republica, quien ahora se ha convertido en un vulgar salteador de caminos como en su momento lo fuera el afamado ladrón, Porfirio Cadena, a quien llamaban el ojo de vidrio.

El inquilino de Palacio Nacional cada día da mayores muestras de estar fuera de la realidad, y esa circunstancia de convertirse en el mayor asaltante de víveres, simplemente porque él quiere ser el héroe de la película, lo retrata en toda su pequeña dimensión. En unos cuantos días ha ocurrido uno de los más brutales golpes a la popularidad del inquilino de Palacio Nacional, y es que con su instrucción de incautar toda la ayuda que la gente llevaba a los damnificados de Acapulco, lo retrató como un minúsculo tirano que todo quiere que le agradezcan. Pobre sujeto. Al tiempo.

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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.