Sin lugar a duda, mientras más se acerque la fecha de caducidad de la Presidencia de la República, es decir la salida
del poder de Andrés a Manuel López Obrador, surgirán muchos que pretendan cobrar las afrentas que se les han hecho en este lapso de tiempo que seguramente para algunos parecieran muchos años, aunque el sexenio solamente haya sido de seis.
No es fácil ejercer el poder presidencial, y menos cuando se tienen resabios contra aquellos que en el camino hicieron alguna crítica, como es el caso de este escribidor, y muchos más que fuimos testados de aparecer en los medios de comunicación donde hicimos nuestro trabajo durante tantos años. Ojalá nunca después de este sexenio existan ese tipo de manifestaciones desde la cúpula del poder, para sacar de circulación a quienes nos hemos distinguido por la verdad de nuestras aseveraciones.
Si alguien ha tenido muchos excesos en el poder presidencial ha sido el propio Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora se ha distinguido como el gran censor de las opiniones de muchos periodistas que le han sido incómodos sin detenerse a pensar que la crítica es una voz de alerta cuando los excesos del poder se presentan. Para decirlo más claro, este México nuestro ha sido mancillado por el Presidente de la Republica.
Y señaló mancillado porque la propia Constitución señala la libertad de expresión, esa que hasta ahora sigue cuestionando el inquilino de Palacio Nacional que cada día se afana por evidenciar Quienes de una u otra forma orientamos la opinión pública, y reseñamos esos excesos que hasta ahora ha venido cometiendo un día si, y otro también. Pero el juicio de la historia pondrá a cada quien en el lugar que le corresponde.
Habrá que decir que si de algo podemos acusar al Presidente es de la protección que ha brindado a sus hijos quienes hasta ahora han dado muestra que la mendicidad es un problema familiar, porque ellos mismos se han encargado de construir su propia historia de excesos y negocios al amparo del poder, ese que también se utiliza para censurar periodistas simplemente porque se le pega la gana.
No se si al presidente le de vergüenza que sus hijos sean unos pillos redomados, que han aprovechado muy bien la circunstancia de que su padre sea el presidente, para alzarse con una de las grandes fortunas que gracias a los desatinos de algunos hombres y mujeres encumbrados, a los que han extorsionado cínicamente, como la que realizaron una noche donde le quitaron más de cincuenta y cinco millones de pesos a los líderes petroleros, y el avión del amor, ese en el que viajan por todo el mundo Andy y su bella esposa. Pero todo lo que comienza termina, y algunas veces termina mal. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.