Lo que más deseo, y lo digo con todo mi corazón, es que Xóchitl Gálvez alcance la Presidencia de la República. Y es
muy simple el porque lo digo, porque ha sido una mujer que nunca se ha rendido antes los fracasos de su vida, sobre todo para salir de la pobreza en su natal Hidalgo. Siempre la he admirado por ese permanente perfil tesonero que ha mostrado y demostrado durante toda su lucha por mejorar las condiciones de vida de las zonas indígenas.
Ella misma se enorgullece de tener raíces indígenas, y eso quiere decir que después del Indigena de Guelatao, Don Benito Juárez Garcia, tendremos una Presidenta de la misma procedencia. Juárez se tuvo que esforzar mucho para volverse un profesional del derecho, Xóchitl Galvez ha sido una de las mujeres con mayor decisión para superarse, y al igual que Juárez se convirtió en una exitosa profesional.
Hoy al igual que la señora Claudia Sheinbaun, lucha por alcanzar la Presidencia de la República, y en lo personal creo más en ella que en la ex jefa de Gobierno, porque como señala el propio Presidente de la Republica, no son iguales, y desde luego que nunca serán iguales, porque están hechos de diferente procedencia, porque no es lo mismo ser una indígena, que alguien a quien la soberbia de su procedencia le obnubila el entendimiento.
Mientras Doña Chingona se encargaba de buscar mejores condiciones de vida de una de las zonas más empobrecidas del país, como es el valle del Mezquital en Hidalgo, rodeado de las sierras de Juárez, Sierra de Acropan, Sierra de Tezontlalpan y el Rio San Juan, la señora Sheinbaun se la llevaba papita enriqueciéndose a costa del erario que pertenece a todos los mexicanos. Para decirlo más claro, Xóchitl siempre ayudó a los indígenas, Claudia siempre robo descaradamente.
Por eso me permito hacer esa diferenciación entre Doña Chingona y la ladrona de siente suelas que fue Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Porque Xóchitl Galvez nunca lucró con el dolor ajeno, y fue una activista a la que las comunidades indígenas deben mucho, mientras la señora Sheinbaun utilizaba su encargo para amasar una enorme fortuna porque así se lo indicó el señor Andrés Manuel López Obrador, que por cierto sus hijos tienen y administran en la zona de bancos en Houston, y algunas bodegas en Dubai.
Como alguna vez dijera el propio Presidente de la Republica “no somos iguales” y claro que no lo somos, porque la señora Galvez puede ser auditada y no tendrán nunca que mentir para justificar lo que ella misma se ha ganado, mientras la Señora Sheinbaun tiene muchos motivos para no decir nada de lo que se ha robado para acumular una cuantiosa riqueza. No cabe duda, Dios los hace y ellos se juntan, porque son el tal lara cual, y me refiero a la ladrona de Claudia Sheinbaun, y al ladrón de Andrés Manuel López Obrador. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.