Las ambiciones de un solo hombre han provocado una brutal estupefacción en muchos de los mexicanos que azorados.
observan los excesos del poder de Andrés Manuel López Obrador, quien siempre señaló que quería ser el mejor presidente de la Historia del país. Y lo ha logrado, pero no porque haya hecho muy bien las cosas, sino porque sus excesos son los que lo identificarán en esa historia en la que él mismo ambicióna estar.
Pero yo le puedo hacer un relato corto de la serie de hechos que marcarán su destino, y que no son otra cosa que sus propias palabras y los propios sucesos que ha protagonizado a lo largo de su mandato. Porque hasta ahora son innumerables los momentos en que ha prometido y no ha cumplido, lo que quiere decir que lo único que ha construido es un brutal engaño a los mexicanos de todas las latitudes de nuestra gran geografía.
La principal promesa que hizo al inicio de su mandato, fue que en cuanto terminará su gestión se iría a palenque y no participaría más en política. Ojalá que ya vaya haciendo las maletas, y si quiere tener actividad para entretenerse, podría ser un buen maestro en la Escuela Secundaria de Palenque, o bien dar cursos intensivos de cómo fracasar en el intento de buscar el poder, porque ya sabe que la tercera. es la vencida.
Yo le aconsejaría al aún mandatario que una vez terminado su encargo se vaya a dar una vuelta por Cuba, al fin y al cabo Agustin Díaz Canel podría darle algunos consejos para que se los transmita a Claudia Sheimbaun, de cómo matar de hambre a una nación , o la forma en que se puede alcanzar que una nación libre y soberana comience a languidecer y convertirse en un santuario populista en el que todos podamos alcanzar el ideal de vivir en la infinita pobreza.
Pero también le aconsejaría al señor Andrés Manuel López Obrador, que se vaya preparando para la soledad, porque esa también es una circunstancia del poder cuando la soledad comienza a hacerse presente. Y como lo señalo el expresidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdoba Vianello, quien aconseja no echar las campanas al vuelo porque la democracia está viva y las instituciones electorales también.
De paso le recomendó que guardara las palas porque todavía no son tiempos de entierro, y habrá una dura batalla jurídica para defender a nuestro sistema electoral, que ha sido una conquista de todos los mexicanos, y por si no lo recuerda, el mismo Andrés Manuel. López Obrador llegó a la Presidencia de la República a través de ese sistema electoral que ahora pretende destruir. Si de algo puede tener la seguridad, es que vamos a defender nuestra soberanía, nuestro país, y el futuro de nuestros hijos. Así de sencillo. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferenciante. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.