Ahora el inquilino de Palacio Nacional le dio por buscar pleito con los reputados especialistas que realizaron un análisis
de sus veinte iniciativas de reformas al poder judicial, como si él fuera el dueño de este país. Andrés Manuel López Obrador no ha dejado aún esa careta de tirano que se ha colocado en los últimos meses que le quedan al frente del país. Eso lo tiene muy enojado porque piensa que los mexicanos lo seguimos venerando.
Pobre idiota, así de simple. Pobre Idiota, porque lo que no ha entendido es que los mexicanos de todas las latitudes de este país estamos hasta la coronilla de sus desplantes y sus estúpidas decisiones, con las que piensa seguir mandando en el país. Yo no sé hasta donde la señora Sheinbaun tenga que aguantar sus desplantes, pero por sobre todo, tomar decisiones que no le competen y que la harán quedar bastante mal en la historia del país.
Ahora le dio por señalar que la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), se ha "derechizado", ¿y eso que diablos le importa? Porque le tengo una mala noticia, la UNAM no es de su propiedad, y por si no lo recuerda, en esos muchos años que pasó en las aulas para sacar su carrera universitaria, y por cierto, (en donde asaltaba a los alumnos en las islas), usted se formó como el galán que ahora es.
Quiero señalar, señor López, los mexicanos en su mayoría estaremos de fiesta cuando usted se largue a la chingada, a ese rancho que tanto ha mencionado, pero también le señalo que la mayor parte de los hombres y mujeres de este país lo aborrecemos, y si en lo personal yo tuviera la oportunidad de apretarle el pescuezo, no sabe con qué gusto lo haría de manera inmediata.
Usted no ha sido más que un aventurero del poder que con su cautivante engaño ha llegado hasta límites intolerables con tal de causarle daño al país y a todos los mexicanos, pero por si acaso no lo recuerda, le informó que la mayor parte de los mexicanos ya estamos hasta la madre de sus desplantes, de sus ocurrencias, de su odio permanente contra aquellos que no pensamos como usted.
No señor, México no es un país de un solo hombre, es el país de todos los mexicanos que lo hemos venido construyendo desde hace muchos años, y lo seguiremos haciendo, aunque a usted no le guste.
Alguna vez usted me dijo que mi padre era un buen hombre, y quiero decirle que he seguido el ejemplo de mi padre y lo seguiré siendo. Lo que usted no puede ni siquiera intentar decir, porque es lo peor que hayamos tenido en Palacio Nacional. Así de simple. Su circunstancia y la mía, al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.