Pues dice el señor presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que va a recibir una pensión cercana a
los sesenta y un mil pesos mensuales, y que parte de las regalías por sus libros serán para su esposa. Por principio de cuentas, ningún libro escrito por Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en en un Best Seller, y ni siquiera han llegado sus publicaciones a estar entre los más leídos en este país.
Para decirlo más claro, no es un hombre al que los mexicanos estén muy ávidos de leer, porque todos los conocemos, y sabemos la clase de cucaracha venenosa en que se ha convertido. En lo personal no tengo muchas ganas de revisar otra vez los bodrios literarios que ha publicado, porque si de algo puedo estar seguro es que no han sido realizados por él. Y lo digo por una simple circunstancia: un presidente no tiene tiempo para ponerse a escribir cuando se tiene que encargar de los problemas de un país de más de ciento veinte millones de habitantes.
Que no me salga ahora con que va a seguir publicando libros, y que su mujer será quien reciba las regalías de sus presuntas publicaciones. Lo que no encuentra es como justificar lo que muy bien se ha venido robando del erario público, que no es otra cosa que el dinero que los mexicanos aportamos como impuestos para el sostenimiento de las estructuras gubernamentales, y si alguien detenta una cuantiosa fortuna es el actual Mandatario y sus muy apreciados hijos.
De acuerdo a la Secretaría de la Función Pública, el Mandatario Federal percibe mensualmente algo así como ciento veintiocho mil pesos, pero ha tenido un Palacio para vivir, y una enorme cantidad de dinero del del erario público para satisfacer todas sus demandas, y los caprichos de sus hijos, esposa, y lo que se le ocurra. Los mandatarios anteriores radicaron en la Residencia Presidencial, ubicada en San Pedro de Los Pinos, pero como todo un sultán, Andrés Manuel López Obrador prefirió vivir en un palacio como un Rey o un Marajá, y nos cuesta seis millones de pesos mensuales.
Y esa diferencia lo ha pintado como lo que siempre aspiro, aposentarse en un Palacio Virreinal y vivir como corresponde a su alta investidura. Aquel que siempre hablo de traer un billete de cien pesos en la cartera, ha sido uno de los mayores ladrones de este país. Y no simplemente por vivir en un Palacio, sino por la forma en que sus hijos han amasado una de las mayores fortunas de este país, aparte de la que el señor presidente también ha estado construyendo.
Como dicen por ahí, Dios los hace y ellos se juntan. Los ladrones siempre serán ladrones, los mentirosos siempre serán mentirosos, los engañadores siempre serán engañadores, pero y el mayor ladrón, y el mayor mentiroso hasta ahora ha sido Andrés Manuel López Obrador, y para decirlo mejor, no ha tenido ni pizca de vergüenza cuando de hurtar los caudales públicos se trata. pobre país, pero podemos tener la seguridad de que la complicidad de la Señora Sheinbaum estará siempre a su lado. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.