¿A que le tiras cuando sueñas mexicano? ¿A vivir seis años más entre las mentiras y la degradación de nuestra querida
patria? Bien dicen por ahí que los pueblos tienen los gobiernos que merecen, y por desgracia hasta ahora los mexicanos no han entendido el accidente histórico que estamos viviendo y que de seguir así las consecuencias serían devastadoras para este país.
Yo tengo la seguridad de que la señora Xóchitl Gálvez fue la triunfadora en la elección pasada, pero también estoy consciente de que las amenazas que recibió fueron muy fuertes porque el expresidente puso a todas las estructuras del Estado a consolidar uno de los más grandes fraudes electorales que se han dado en el mundo. Así de simple lo señalan quienes han estado buscando las verdades de lo que ocurrió.
Y si de algo podemos y tener la seguridad es de que muy pronto saldrán a la luz muchas circunstancias que hasta ahora se siguen indagando, por quienes también cuentan con la percepción de que lo que en realidad ocurrió y que por desgracia desde las estructuras del poder se realizó un brutal fraude y que en poco tiempo habrá muchas cosas que podrán salir para corroborar esa circunstancia.
México no se merece lo que por desgracia ocurrió, porque ese brutal episodio tendrá que ser investigado por quienes escriben la historia, y saldrán muchas cosas que hasta ahora no conocemos, y las amenazas de que ha sido objeto la señora Gálvez, quien ha tenido que mostrar su valentía guardando silencio, pero en los meses venideros conoceremos esta brutal realidad que será registrado como uno de los más brutales episodios de nuestra incipiente democracia.
El Rey del fraude, ese sujeto mendigo que siempre se inmoló en amplios sectores de la población cuando engañó a los mexicanos señalando que le quitaron el triunfo porque las oligarquías del país no querían que él llegara para reivindicar el destino de los mexicanos, entre los que están esos que ahora son rehenes políticos de los programas sociales, esa franja de hombres y mujeres que viven en la pobreza.
Sin lugar a dudas la pobreza y la esperanza han sido los mayores enemigos de la democracia en este país en los últimos años, y lo seguirán siendo porque la mal llamada Cuarta Transformación ha estado comprando las conciencias de los mexicanos con los programas sociales que ni siquiera logran paliar la pobreza en todo el país. Las inversiones que se realizaban para la generación de fuentes de trabajo pasaron a ser programas sociales. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.