Cuba es el país más pobre del Continente, pero cuando Fidel Castro murió dejó como herencia para sus hijos la
cantidad de novecientos millones de dólares, y claro está que los hijos de Fidel viven muy bien, aunque el pueblo cubano se siga muriendo de hambre. Y esto habla de la mendicidad de quienes llegan al poder y se enriquecen groseramente, y lo digo porque en este país los hijos de Andrés Manuel López Obrador son inmensamente ricos.
El noventa por ciento de los cubanos come una vez al día, porque Cuba es el país más pobre de America Latina, y no es que los cubanos no sepan trabajar, es que los cubanos no tiene otra opción que vegetar y comer lo que el régimen les entrega cada mes, y es una pírrica ración porque de lo que se trata es de Master al pueblo cubano hambriento mientras la clase dirigente detenta la riqueza del país.
Para decirlo más claro, en Cuba el noventa por ciento vive en extrema pobreza. Es el país más pobre de América Latina, por delante de Venezuela y Honduras, según un estudio de la firma DatoWorld. Pero al morir, Fidel Castro dejó a sus hijos una herencia de 900 millones de dólares, con los que desde entonces mantienen una vida holgada y muchas prebendas más que les entrega el régimen cubano.
Y para que usted vea como son los tiranos, esos que engañan a los pueblos con las predicas populistas, Andrés Manuel López Obrador tiene una pensión, seguridad y protección militar en su rancho, que además está cercado con alambre, y al costado, hay un hotel con alberca. ¿De quien es ese hotel?, no quiero siquiera imaginarlo, porque lo primero que diría es que es de los hijos de Andrés Manuel López Obrador.
Y ha sido tan cínico el señor López Obrador, que en una de sus últimas Mañaneras dijo que su gobierno invirtió dos mil millones de pesos en obras alrededores de su rancho, lo que duplicó su valor catastral, y donde hay hospital de primer mundo por si le falla el corazón, un cuartel militar para su protección, diversos parques, y un campus universitario además de varios accesos al Tren Maya y el Tren Interoceánico.
Esas son las bondades del poder cuando los mandatarios se convierten en la esencia de la mendicidad, pero en este país los glorificamos cuando debiéramos mandarlos al paredón o encerrarlos de por vida. Si usted ve por ahí a Andy López Beltrán, disfrutando la vida, no se enoje, simplemente entienda que usted mismo ha sido promotor del bienestar de la familia presidencial, porque nunca levantó la voz, y esa es la pero de las actitudes. Así de simple. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.