Sin lugar a dudas la estupidez forma parte intrínseca de la maldad. Y lo señalo por lo que ha venido ocurriendo en
este país, donde las estupideces han estado a la orden del día, pero lo peor es que a la llegada de la mal llamada Cuarta Transformación las cosas se han puesto peor y los resultados no satisfacen a la mayor parte de los mexicanos, y eso quiere decir que el fracaso está a la vuelta de la esquina.
Sin lugar a dudas los Constituyentes de 1917 realizaron una de las más grandes hazañas de su tiempo: construir un entramado gubernamental que pudiera sacar a delante Al país después de las consecuencias de una devastadora Revolución que empobreció al país y los tiempos se pusieron bastante álgidos a la vez que los principales hombres y mujeres decidían el destino de una nación sin pies ni cabeza, pero por fortuna se logró el concurso de hombres que amaban al país y decidieron darle un cuerpo constitucional al gobierno.
Fueron tiempos difíciles, en los que la vida no valía mucho, pero que permitió emerger el ideal de una nación libre y soberana, que se adhirió a los postulados de hombres sabios y patriotas que promovieron la necesidad de consolidar una nación a través de un cuerpo Constitucional que le diera orden al caos provocado por los distintos movimientos armados que se dieron en esa decena de años.
Y habrá que decirlo descarnadamente, los hombres y mujeres de la época tuvieron la sabiduría de apoya a quienes se encargaron del entramado Constitucional y de leyes que regirán por muchos años a este país, y que hasta ahora por desgracia no han entendido que nuestra necesidad no es la discordia que han sembrado algunos gobernantes, sino la carencia del más mínimo sentido de lo que se tiene que hacer para alcanzar el ideal de mantener vivo al Estado Mexicano.
Y habrá que decir que muchos hombres han hecho hasta lo imposible por ser registrados en la historia patria de la etapa posterior al movimiento revolucionario, pero por desgracia las etapas de un país son disímbolas a la vez que alejada del ideal ciudadano. Porque si de algo podemos tener la seguridad es de que todos queremos vivir tranquilos, aunque muchos se esfuercen porque no sea así.
Por fortuna acabamos de salir de una etapa de esas, y por desgracia ahora dependemos de las instrucciones de un sujeto malévolo que hasta ahora sigue vigente, y dando instrucciones a quien por desgracia es quien ahora las circunstancias la han llevado a detentar el ejercicio del Poder Presidencial, ese que tanto lo busco, y ahora no sabe como salir del país. Más le valiera de una vez por todas quitarse la máscara y ver si puede mirar a los ojos de los mexicanos. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.