LAS COMPLACENCIAS DEL GDF

sinpunto

“No es la Ciudad de México la que debe convertirse en una zona de negociación, de absolutamente toda la República” espetó Miguel Angel Mancera, Jefe de Gobierno, al precisar la postura que según sus propias palabras le ha señalado la Secretaría de Gobernación. Y es que los maestros tienen ya varios meses causando graves afectaciones a los habitantes de la Capital de la República con sus paros, mítines, plantones y cercos, que presuntamente organizan para llamar la atención y que el Gobierno Federal desista de poner en marcha la reforma educativa.

Me parece que el señor Mancera tiene razón en llamar la atención de los gobiernos estatales que no han podido resolver los conflictos que les ha generado la organización sindical desde hace algunos años, pero que también los gobiernos estatales tendrían en todo caso el derecho de solicitar al señor Mancera la aplicación estricta de la ley, porque su actitud contemplativa ante los delitos que a diario comete esa caterva de criminales que se dicen maestros, ha ocasionado que a los niños de esos estados se les haya negado su derecho constitucional a recibir educación laica, pública y gratuita.

Miguel Angel Mancera utiliza un doble discurso, porque muchos de los maestros que ahora están en paro son reforzados por los miembros de las secciones IX y X de la CNTE en el Distrito Federal, y cometen delitos todos los días al igual que los que provienen de los estados del interior del país. Mancera incumple la ley aduciendo que los problemas que provocan los maestros tienen origen en otros estados, porque en el Distrito Federal es donde han cometido los delitos y hasta ahora solamente ha mantenido con ellos una actitud contemplativa.

Quienes viven en la Capital de la República eligieron a un gobernante que proteja los intereses de los ciudadanos sin distingos, de todas las convicciones políticas y de todas las militancias partidistas. Es más fácil levantar a medio centenar de pacíficos ecologistas que exponerse a la violenta reacción de los maestros. Es muy claro el artículo 7 del Código Penal que sus disposiciones se aplicarán en el Distrito Federal por los delitos del fuero común que se cometan en su territorio. Pero también señala que se aplicará el código cuando los delitos cometidos en alguna entidad federativa produzcan efectos en el Distrito Federal. Son muchos los delitos que los maestros cometen a diario y no pasa nada.

Sea quien sea, del origen que sea, de la profesión que sea, si comete un delito en el Distrito Federal, tiene que recibir el castigo que señalan las leyes, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México está obligado a remitirlos y a instruir al Ministerio Público para que haga la integración de la indagatoria correspondiente y lo consigne ante el juzgado de turno para que emita la aprehensión del o los presuntos responsables. Hasta ahora no lo ha hecho y eso constituye el Delito de Omisión en el Servicio pública. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.