Muchas cosas han venido saliendo a la luz pública una vez que Felipe Calderón dejó la Presidencia de la República. No es un asunto novedoso que después de dejar el encargo nos enteremos de lo que muchos mandatarios o gobernantes hicieron o dejaron hacer a quienes los acompañaron en sus mandatos.
La permisibilidad siempre ha existido, ya que cada cual tiene sus afectos, preferencias y desafectos, aunque pertenezcan a círculos cercanos. Genaro García Luna gozó de todos los afectos de Felipe Calderón durante el sexenio pasado, o al menos le concedió cuanto quiso porque fue el funcionario más poderoso, el hombre que todo lo alcanzaba y el que siempre convencía al titular del ejecutivo para que accediera a sus propuestas y en algunas ocasiones a sus designios.
En las últimas semanas se ha venido ventilando en los medios de comunicación la forma en que la DEA operaba en México contando con la permisibilidad total del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. Hay que decir que este tipo de acciones que se han venido relatando, y otras que no se han abordado, son violatorias de la soberanía nacional a decir de especialistas en Derecho Constitucional. Cuando Vicente Fox Quesada tomó protesta del encargo de Presidente de la República, a los pocos meses dio una entrevista en la que señaló que México debiera ceder inteligentemente un poco de soberanía con la finalidad de recibir apoyo en la lucha contra la criminalidad. Después vendría la descarada intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos del país sin que Fox ni Calderón repararan en ello, lo que los hace cómplices de tal permisibilidad.
Felipe Calderón inició una guerra contra los cárteles once días después de haber tomado protesta, y no creo que haya sido de motu proprio, sino que fue negociado con el vecino del norte. Hay quienes señalan que la familia de Felipe Calderón mantenía un conflicto de baja intensidad con algunos integrantes de La Familia Michoacana, y decidió lanzar contra ellos toda la fuerza del Estado Mexicano. Así inicia la descomposición de muchas partes del país donde los criminales decidieron dar la batalla y después desaparecer, reaparecer y nuevamente desaparecer. Esto provocó que llevaran la delantera porque no existían registros de inteligencia de muchos de los cárteles que se sumaron a esa guerra que en la actualidad no tiene para cuando acabar.
Ahora sabemos que la DEA y otras agencias norteamericanas contaron con toda la permisibilidad para operar en territorio mexicano, haciendo negociaciones con unos y otros, y realizando pactos en las cárceles de alta seguridad del país. La DEA no fue creada para combatir a los narcotraficantes, sino para regular la entrada de droga al territorio estadounidense. Por eso hizo pactos en México, para asegurar el monopolio del trasiego de droga ya que es más fácil negociar con quien cuenta con la capacidad de satisfacer el mercado norteamericano, y que seamos los mexicanos quienes paguemos con sangre las guerras entre cárteles. Vicente Fox y Felipe Calderón permitieron que se violara la soberanía nacional, pero eso solamente los hace responsables ante la historia que no ante los jueces. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.