EL REMEDIO O EL TRAPITO

sinpunto

Para muchos resulta inexplicable la tardanza del Gobierno Federal para acudir al rescate de Michoacán. Me parece que la dilación del Gobierno Federal ante la ineptitud del Gobierno de Michoacán no tiene explicación, porque las prioridades siguen estando en el campo de la inseguridad pública. Las Reformas Estructurales fueron postergadas

por más de veinticinco años, y estoy de acuerdo en que era necesario hacer la chamba para sacarlas de una vez por todas, pero se metieron tanto en ello que olvidaron lo demás, y las cosas en Michoacán se agravaron aún más. La Gendarmería Nacional que se ofreció para paliar el agobio de diversas regiones del país donde se ha recrudecido la violencia quedó solamente en la promesa. También fallaron los sistemas de inteligencia del Estado Mexicano.

El estado de Derecho es aquel en el que las autoridades garantizan la vigencia de las leyes y los ordenamientos legales, mismos que son aceptados y respetados por los ciudadanos. Así, todas las acciones por parte de la sociedad y el gobierno están sometidas al marco legal que tiene como principal finalidad la tranquilidad y armonía. En un estado de derecho el poder surge del pueblo, de los ciudadanos que tienen la capacidad de elegir a sus gobernantes. Los criminales quebrantan ese estado de derecho al pretender imponer normas de comportamiento a los ciudadanos, pero hasta ahora también los representantes del Estado han coadyuvado en ello al abdicar de su responsabilidad de velar por la seguridad pública de esos ciudadanos.

El Presidente Enrique Peña Nieto nombró a Alfredo Castillo como Comisionado Para la Seguridad y Desarrollo Integral en Michoacán. El señor Castillo de inmediato señaló que “el uso legítimo de la fuerza del Estado resulta insuficiente para combatir la delincuencia, y que es necesario crear condiciones de bienestar para que la sociedad desarrolle sus capacidades”. Me parece que el discurso resulta inentendible, o busca exculparse de antemano, pero lo que todos esperamos es que en la práctica las acciones que realice ayuden a regresar la tranquilidad a los michoacanos. Esa es la encomienda del Presidente de la República, quien pareciera que tiene que echar mano de aquellos de los que tiene lealtad y capacidad probada porque la integración del gabinete fue producto de la negociación con los diversos grupos políticos de su partido.

Creo que es la hora de que aquellos que no puedan demostrar en los hechos que tienen la capacidad para ayudarle con la difícil tarea de gobernar y resolver los problemas, se vayan a sus casas. México necesita hombres y mujeres capaces, no la repartición de cuotas de poder a los grupos que de inmediato se alinearon y reclamaron su parte cuando conocieron el resultado de la elección presidencial. La oportunidad ya la tuvieron, los ineficientes tienen que comenzar a hacer maletas si queremos componer este país. Por lo que corresponde a Michoacán, ¿el señor Castillo será el remedio? o simplemente el trapito. Así de simple. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.