OPERACIÓN MICHOACAN

sinpunto

El restablecimiento del Estado de Derecho se ha convertido en una prioridad para el desarrollo. Es una afirmación que nadie en su sano juicio puede negar.

También es necesario asentar que lo primero que tiene que realizar el Gobierno Federal en ese estado es la renovación de la esperanza, esa esperanza que hay que reconocer se agotó y se perdió ante la ineficiencia de las propias autoridades locales. La decisión de intervenir en Michoacán pudiera resultar un poco tardía, pero también hay que señalar que nuestro federalismo establece principios de respeto y coordinación entre los tres órdenes de gobierno. El Estado de Derecho ha sido alterado por los criminales que controlan la región del procesamiento de efedrina, la explotación delincuencial de las minas metalúrgicas a cielo abierto, y la salida de éstos a los mercados internacionales.

La intervención de la Marina Armada de México en el Puerto de Lázaro Cárdenas fue el primer eslabón de la cadena de acciones implementada por el Gobierno Federal, con lo que cerró el paso de Los Caballeros Templarios hacia los mercados internacionales, circunscribiéndolos a las regiones más agrestes del estado. El Gobierno local encabezado por Fausto Vallejo Figueroa resultó ineficiente a causa de esa degradación que se ha dado en la mayor parte de las policías del país, cuya confiabilidad se puso por debajo de los parámetros exigidos por el Gobierno Mexicano, y con una terrible cercanía con las bandas delincuenciales. Para decirlo de otra manera, el llamado de auxilio de Fausto Vallejo se dio en el contexto de la poca confiabilidad de los miembros de la policía del estado. Lo que vive Michoacán no es un problema reciente, ya que los principales líderes de las autodefensas sitúan sus inicios desde hace doce años, es decir, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, y siguió con Leonel Godoy, aunque ambos han preferido callarse para no generar un debate innecesario que los exhiba ante la opinión pública. Si bien es cierto que estos personajes tuvieron legitimidad en las urnas, al igual que Fausto Vallejo, la verdad es que el llamado angustioso de este último a la Federación habla de la acumulación de los problemas de seguridad y su brutal gravedad.

Con todo y eso, los ciudadanos seguramente se sienten defraudados o desconfiados de lo que viene, por eso hablo de la dificultad de las instancias gubernamentales para recuperar esa confianza que generaron con su legitimidad en las urnas. Lo primero que se tiene que reconocer es la incompetencia o la desatención de los tres órdenes de gobierno, y a partir de ello la forma en que la Federación ataca el problema. La recuperación de la soberanía territorial es fundamental para el restablecimiento del orden y el imperio de la ley. En eso consiste la vigencia del Estado de Derecho, ese que es la antítesis del “estado fallido” como algunos pretenden llamar a la crisis michoacana. Lo que me parece grave es la oferta de algunas instancias del gobierno norteamericano para apoyar en la lucha contra los criminales, lo que significaría una brutal intervención militar que no debe permitir, bajo ninguna circunstancia, el Gobierno Federal. Fox y Calderón tuvieron ese error, esperemos que no lo tenga Enrique Peña Nieto. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.